No fueron los defensores de Boca, los culpables del segundo gol de Fluminense

La Séptima… esa que tanto se le viene negando, esa con la que sueñan todos los fanáticos desde hace 15 años, esa que les hace ver el número ‘7’ en todos lados, esa que provocó que 150 mil fanáticos viajen a Río de Janeiro sin entrada para ingresar al Maracaná, esa que no dejó dormir a millones de fanáticos de Boca Juniors alrededor del mundo. El Xeneize y el Fluminense se medían en la gran final de la Copa Libertadores, buscando el trofeo. Pero hubo muchos errores de jugadores puntuales que inclinaron la balanza hacia el otro lado.

El Maracaná era la sede del gran partido, la primera final única de la historia de ambos equipos, puesto que Boca jugó por última vez en 2018 y el Flu por única vez en 2008 y los dos perdieron esos respectivos encuentros. En ese contexto, uno de local (por la suerte del destino que lo quiso así) y el otro con el apoyo de 150 mil personas que viajaron a Brasil y a 35 mil que lo alentaba en la cancha, buscaban conquistar el título continental y conseguir la Gloria Eterna, como le gusta decir a Conmebol.

El Xeneize va en busca de la séptima coronación en su historia, en estadio neutral pero sabiendo que es más visitante que otra cosa. Sin dudas sería una épica muy gloriosa dar la vuelta en el estadio Maracaná, el estadio del equipo rival. En caso de conseguirlo, llegaría a ser el máximo ganador de la historia, junto a Independiente. En tanto, el Flu quiere llegar a la primera coronación de su historia, sin dudas algo muy importante para meterse en la historia grande de América.

Los culpables del segundo gol de Fluminense

Si bien es cierto que Nicolás Figal y Nicolás Valentini no tomaron bien a los atacantes del Fluminense en el verdadero golazo de John Kennedy (expulsado luego por su festejo desmedido), lo cierto es que los tres delanteros que ingresaron (Luca Langoni, Darío Benedetto y Lucas Janson) no hicieron nada para presionar y evitar que la defensa salga jugando cómodos.