(VIDEO) El partido entre Boca y Gimnasia está demorado por incidentes en las tribunas

Después de la noche trágica en Victoria, donde Boca Juniors cayó por 3-0 frente a Tigre por el torneo local, el club tenía que dar vuelta rápidamente la página y enfocarse en ganar uno de los partidos más importantes del año. El Xeneize enfrentaba a Gimnasia y Esgrima de La Plata por los cuartos de final de la Copa Argentina en el estadio de Newell’s, en Rosario. La misión era meterse entre los cuatro mejores del torneo, mientras en la otra llave esperaba Vélez Sarsfield. La presión era enorme, especialmente porque este era apenas el segundo partido con Fernando Gago al mando del equipo.

Desde el inicio, Boca salió decidido a obtener el mejor resultado posible. En el primer tiempo, logró ponerse en ventaja gracias al joven defensor Aaron Anselmino, quien marcó un gol clave para la ilusión del equipo. Con esa diferencia parcial, el Xeneize acariciaba la clasificación a las semifinales de la Copa Argentina, lo que también acercaba la posibilidad de asegurar un cupo en la próxima Copa Libertadores. Todo parecía encaminarse hacia una victoria que traería algo de alivio en medio de la crisis deportiva.

Sin embargo, el partido se vio empañado por graves incidentes en las tribunas, lo que impidió que el segundo tiempo comenzara a tiempo. Las barras bravas de ambos equipos rompieron los portones de las tribunas populares, dejando en claro que la prohibición de los hinchas visitantes sigue siendo un tema sin resolver en el fútbol argentino. La situación rápidamente se descontroló y la policía intervino, disparando balas de goma para evitar que los fanáticos de Boca cruzaran hacia la zona de la hinchada de Gimnasia, evitando así un enfrentamiento mayor.

En medio del caos, los jugadores de ambos equipos intentaron calmar a los hinchas. Futbolistas de Gimnasia y Boca se acercaron a las tribunas pidiendo que cesaran los disturbios para poder continuar el encuentro. Incluso Juan Román Riquelme, presidente del club, intervino personalmente desde la tribuna para intentar apaciguar a los fanáticos del Xeneize, en un intento desesperado por evitar que la situación se agravara aún más.