Por Ramiro Diaz
La Bombonera, que minutos antes vibraba con el golazo de Luis Advíncula, se sumió en un silencio sepulcral. Boca Juniors, que saboreaba la victoria parcial ante Aldosivi, vio cómo el Tiburón le aguaba la fiesta con un golazo de Tiago Serrago, un mediocampista cedido por River Plate, que clavó un remate imposible en el ángulo para poner el 1-1 en el marcador.
Advíncula ilusionaba a La Bombonera
El partido había comenzado con un Boca Juniors dominador, pero sin poder plasmar su superioridad en el marcador. Fue Luis Advíncula quien, con un remate espectacular desde fuera del área, desató la euforia en La Bombonera. El lateral peruano, que recordó sus mejores momentos con la camiseta xeneize, puso el 1-0 y encendió la esperanza de los aficionados locales.
Serrago, el verdugo inesperado
Sin embargo, la alegría duró poco. Aldosivi, que no se rindió en ningún momento, encontró el empate en una jugada aislada. Tiago Serrago, un mediocampista que ingresó desde el banco de suplentes y que pertenece a River Plate, recibió el balón en la frontal del área y, sin pensarlo dos veces, sacó un remate potente y preciso que se coló en el ángulo superior izquierdo del arco defendido por el arquero de Boca. Un golazo que dejó sin reacción a los defensores xeneizes y que silenció La Bombonera.
Un balde de agua fría para Boca
El gol de Serrago fue un balde de agua fría para Boca Juniors, que vio cómo se esfumaba la posibilidad de sumar tres puntos importantes. El empate de Aldosivi dejó al equipo xeneize con la sensación de haber perdido dos puntos en casa.
Un partido abierto y emocionante
Con el 1-1 en el marcador, el partido se convirtió en un ida y vuelta constante. Boca Juniors buscó recuperar la ventaja con insistencia, pero Aldosivi se defendió con orden y disciplina, y también generó peligro con sus contragolpes. Los últimos minutos del partido fueron de infarto, con ocasiones de gol para ambos equipos.
Un final incierto
El partido entre Boca Juniors y Aldosivi terminó en empate 1-1. Un resultado que dejó un sabor amargo en La Bombonera, pero que también demostró la paridad del fútbol argentino. Con más de 20 minutos por delante, el encuentro estaba abierto para cualquiera de los dos equipos, y el final incierto mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos hasta el último minuto.
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