Por Ramiro Diaz
Es difícil encontrar un ídolo más importante en la historia del Club Atlético Boca Juniors que Juan Román Riquelme. Durante su etapa como futbolista, Riquelme le dio muchísimas alegrías a todos los hinchas xeneizes. Por ese motivo, cuando decidió volver a involucrarse en el club en una faceta totalmente diferente, la de dirigente, los hinchas confiaron en él y lo eligieron para estar nuevamente dentro del club, destronando a alguien tan influyente como Daniel Angelici. Angelici, aunque en su gestión también trajo jugadores de renombre y armó buenos planteles, no pudo cumplir con las expectativas en cuanto a resultados deportivos, lo que lo llevó a perder el apoyo de la gente.
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Sin embargo, ser un gran futbolista no es lo mismo que ser un gran dirigente, y eso es algo que muchos hinchas de Boca, cegados por el amor que le tienen a Román, no terminan de entender. Tras su etapa como vicepresidente, Riquelme fue elegido nuevamente, pero esta vez como presidente, ganando las elecciones contra la fórmula Ibarra-Macri.
La gestión de Juan Román Riquelme ha dejado mucho que desear. Los resultados deportivos no acompañan, las decisiones que toman son erróneas, y no están trayendo futbolistas importantes que puedan cambiarle la cara al equipo. No existe un proyecto serio que determine el rumbo del club, y siempre hay problemas con el entrenador (pasaron Miguel Ángel Russo, Sebastián Battaglia, Hugo Ibarra, Jorge Almirón y ahora Diego Martínez). Aunque con Diego Martínez las cosas cambiaron bastante, se viene hablando de la posibilidad de que no continúe en su cargo. En un club tan grande, los resultados son lo que manda, y si Martínez cierra el año sin ganar títulos, es muy difícil que pueda seguir.
La eliminación en la Copa Sudamericana frente a Cruzeiro despertó la bronca de los hinchas, pero principalmente contra los dirigentes. No con el plantel y el cuerpo técnico, que estuvieron a la altura de las circunstancias a pesar de la derrota. Esto demuestra que quienes no se están manejando bien son Riquelme y compañía. Desde la vuelta de Román al club, las estadísticas en torneos internacionales no han sido buenas y para muchos, Riquelme tiene una cuenta pendiente.
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Desde que Juan Román Riquelme volvió al club, Boca se quedó afuera de la Copa Libertadores 2020 en semifinales, en las ediciones de 2021 y 2022 en octavos de final, y en 2023 cayó en la final ante Fluminense. En 2024, no disputó la Libertadores pero sí jugó la Copa Sudamericana, en la que eran candidatos pero quedaron eliminados en octavos de final.
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