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Riquelme y el dilema que frena el final del ciclo de Gago en Boca

El entrenador todavía no se fue y los directivos no lo quieren más.

Por Ramiro Diaz

Riquelme y Gago
Riquelme y Gago
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La situación de Fernando Gago al mando de Boca Juniors está pasando por un momento crítico. Según información revelada por BOLAVIP, el principal obstáculo para su salida del club es de índole económica. La falta de ingresos por competiciones internacionales y la situación interna del plantel dejan a la dirigencia con pocas opciones para resolver este conflicto, que afecta tanto al presente deportivo como a la estabilidad financiera de la institución.

Una Inversión Personal: Gago y la Cláusula de 1,5 Millones

Uno de los aspectos clave que complica la posible salida de Gago de Boca es la cláusula de 1,5 millones de dólares que el propio entrenador pagó para dejar Chivas y unirse al club. Esta cifra no solo marcó su llegada a Boca en un contexto complicado, sino que también significó un esfuerzo personal de Gago para facilitar su fichaje en medio de una crisis en el club post-renuncia de Diego Martínez. La inversión económica que el técnico realizó en su salida de Chivas se convierte en un punto de negociación fundamental, ya que le da a Gago una posición de fuerza en las conversaciones actuales.

El Mayor Obstáculo: El Contrato de Gago hasta 2026

El principal problema para Boca es el contrato firmado por Gago en octubre, que lo vincula al club hasta diciembre de 2026. De decidir rescindirlo, el club debería pagar la totalidad de esos años de contrato, lo cual sería un golpe económico muy duro, más aún considerando que Boca no participará de competiciones internacionales este año. Esta situación obliga a la dirigencia a tomar decisiones complejas, ya que la estabilidad financiera del club no permite un desembolso tan grande sin comprometer otras áreas clave.

Desvincular a Gago: La Dura Decisión Entre Echarlo o Esperar su Renuncia

Con la situación económica de Boca en mente, la dirigencia debe decidir si echar a Gago, asumiendo el costo económico de su contrato, o esperar que el entrenador sea quien renuncie. La opción de la renuncia parece la más sencilla y menos costosa, pero Gago no parece dispuesto a dar ese paso, por lo que la salida forzada parece ser la única alternativa viable a corto plazo. Sin embargo, esta alternativa podría generar tensiones dentro del vestuario y perjudicar la imagen del club, lo que hace que la situación sea aún más complicada.


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