Riquelme culpó a la Conmebol y la lección de grandeza que le dio Martínez en Boca

Por culpa de la dirigencia, Boca Juniors no contaba con gran parte de su plantel para jugar uno de los duelos más importantes del año. Se sabía que algunos de los titulares no iban a poder estar por diferentes motivos pero se esperaba que los refuerzos jueguen, sin embargo, los anotaron tarde y la Conmebol tomó la decisión de que ninguno de ellos pueda formar parte de la serie contra los ecuatorianos.

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Diego Martínez tenía que apostar a los chicos de las divisiones inferiores y tenía jugadores de experiencia como Sergio Romero, Marcos Rojo y Luis Advíncula que seguramente motivaron a los más jóvenes para que salgan a comerse la cancha en Ecuador contra un rival durísimo como Independiente del Valle que siempre se hace fuerte en la altura.

El equipo alternativo de Boca estuvo a la altura de las circunstancias, jugó un partidazo, mantuvo el arco en cero y hasta tuvo las chances más claras para poder llevarse la ventaja. Sin embargo, el Xeneize se lleva un empate con sabor a victoria debido al contexto y la próxima semana buscará la clasificación en La Bombonera con la gente que seguramente apoyará al equipo durante los 90 minutos. Post partido, estas fueron las declaraciones del entrenador del equipo de la Ribera.

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¿Qué dijo Diego Martínez?

Lejos de buscar culpables, Martínez respondió como un señor: "Obviamente, es una situación que ninguno de los que somos parte de la institución nos gusta estar viviendo. Pero todos somos parte y, ante situaciones de la vida en las que uno tiene dificultades, hay dos respuestas: o te quedas lamentándote, echando culpas o buscando responsabilidades, porque eso no existe por parte nuestra, o miras para adelante y tratas de sacar adelante las situaciones adversas. Pertenecemos a una institución muy grande y no nos podemos quedar detenidos en lo que pasó. Es mirar para adelante, afrontar, es tener a este tipo de líderes que tenemos dentro del plantel. Es tener a un tipo que hace una semana dijo 'vos quedate tranquilo, yo voy a estar y poner la cara', es tener a Marcos Rojo que se tira de cabeza en la pelota parada, es tener a Sergio Romero que me dijo 'no te quiero ver con cara mala, levanta la cara que mañana vamos a hacer un buen partido'. Entonces, cuando tenés ese tipo de jugadores, no hay tiempo para mirar absolutamente nada."