Los decepcionantes números que pusieron fin al ciclo de Diego Martínez en Boca

Lo anticipado terminó sucediendo: Diego Martínez dejó de ser el entrenador de Boca Juniors tras una nueva y dura derrota, esta vez en Córdoba. Por la fecha 16 de la Liga Profesional, el Xeneize cayó 2-0 frente a Belgrano. Si bien el Superclásico contra River ya había debilitado la figura del técnico, este sábado decidió presentar su renuncia luego de hablar con el cuerpo técnico y los dirigentes en el vestuario. Su salida, esperada por muchos, se dio después de no poder revertir el complicado presente del equipo.

Aunque su trabajo al principio parecía prometedor (llegó a encaminar al equipo con buenos resultados en los primeros mese), la realidad cambió tras la reanudación de la competencia oficial post Copa América. Boca comenzó a sufrir derrotas claves que lo dejaron fuera de todas las competiciones importantes. Durante su estadía de nueve meses en el club, Martínez dirigió 45 partidos, con un balance de 20 victorias, 10 derrotas y 15 empates.

El problema principal fue su incapacidad para ganar títulos. Boca quedó eliminado en las semifinales de la Copa de la Liga, en octavos de final de la Copa Sudamericana y, en el torneo local, acumuló muy pocos puntos. La única esperanza de éxito quedó en la Copa Argentina, donde el equipo sigue en carrera y debe enfrentar a Gimnasia de La Plata en cuartos de final.

Además de los malos resultados, el armado del equipo no fue el mejor. Los refuerzos que Martínez eligió junto a los dirigentes no dieron el rendimiento esperado, salvo Milton Giménez, mientras que los otros seis fichajes no aportaron soluciones. Martínez, quien luchó mucho para llegar al club de sus amores, se despide sin pena ni gloria, y es difícil que los hinchas lo recuerden con cariño. A pesar de haber convencido en un principio, finalmente su gestión se diluyó, siendo uno más del montón.

El principal responsable del pésimo presente de Boca es Juan Román Riquelme. El presidente del club sabe, al que los fanáticos ya le soltaron la mano, ahora tiene el desafío de levantar la situación, contratar a un entrenador que esté a la altura y preparar todo de la mejor manera para el 2025. Boca debe volver a ser el equipo competitivo que fue en el pasado, y todo el trabajo debe estar orientado a recuperar ese nivel en los próximos meses.

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