Por Ramiro Diaz
El Club Atlético River Plate volvió a competir de manera oficial el fin de semana pasado y se reencontró con más de 85,000 hinchas que se hicieron presentes en el Estadio Monumental. Por la sexta fecha de la Liga Profesional, el Millonario recibió a Lanús en un partido en el que no jugó nada bien. Se vio un equipo apático, sin ideas de juego, con jugadores que no estaban en sus posiciones naturales y al entrenador bastante perdido, tomando decisiones erróneas que afectaron en el resultado. El salvador de la tarde fue nada más y nada menos que Miguel Ángel Borja, delantero colombiano que había tenido tan solo dos entrenamientos antes del encuentro y se destacó con un doblete en el empate 2 a 2 frente al Granate.
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Tanto el cuerpo técnico como el plantel tenían que dar vuelta la página lo más rápido posible y pensar en el próximo partido, ya que no tenían mucho tiempo de descanso, dado que hoy tenían otro duelo importantísimo en Mendoza contra Godoy Cruz por la séptima fecha del certamen local. Los hinchas esperaban ver una mejoría en el equipo, y Martín Demichelis decidió volver a poner como titular en el arco a Franco Armani en lugar de Jeremías Ledesma , mientras que Borja esta vez sí fue desde el arranque, aunque ingresando por Manuel Lanzini, dejando a Pablo Solari y Facundo Colidio.
El Millonario parecía que iba a salir con un 4-3-3, pero terminó con un 4-2-2-2, con Facundo Colidio y Franco Mastantuono como creadores de juego, mientras que Borja y Solari eran los delanteros. El equipo de Demichelis salió decidido a buscar el resultado y estaba dominando los primeros minutos hasta que llegó la ventaja de la mano de su goleador Borja, que está más afilado que nunca y que volvió motivado de la Copa América. Viene de convertir un doblete en la fecha anterior y ahora hizo el primero de su equipo en Mendoza. Con este tanto, el jugador rompió un récord histórico en el club que nunca nadie había logrado anteriormente.
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Tras su gol contra el Tomba en condición de visitante, el delantero anotó los últimos ocho goles de River en competencias oficiales, siendo el primer futbolista de la historia de la institución en lograr anotar ocho veces consecutivas, superando a un histórico como el Puma Morete, a quien había empatado el fin de semana pasado con siete tantos. Pero ahora el Colibrí lo superó y empieza a escribir sus propias páginas en el equipo argentino, donde le tienen un cariño enorme porque el nivel que está mostrando desde que comenzó el año es fantástico.
Hace un año atrás esto parecía imposible porque el jugador la peleaba desde abajo y buscaba ganarse su lugar en el equipo titular dado que el entrenador primero optó por Lucas Beltrán y desde que el Vikingo dejó el club, el que jugaba la mayoría de veces desde el arranque era Salomón Rondón, quién nunca logró estar a la altura de las circunstancias cuándo le tocaba y pocos podían entender porque seguía jugando, mientras el colombiano esperaba su chance en el banco de suplentes y eso que rendía cada vez que le tocaba.
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