El calvario que vive Sebastián Battaglia y que impacta a todo Boca Juniors

Sebastián Battaglia es, sin dudas, uno de los futbolistas más importantes en la historia de Boca Juniors por todo lo que ha significado cada vez que le tocó vestir la camiseta del equipo de la Ribera. Es uno de los privilegiados que ha ganado cuatro Copas Libertadores y dos Copas del Mundo, algo que no cualquier futbolista puede lograr. Además, siempre rindió a la perfección cuando jugó con la camiseta azul y oro. El cariño de los hinchas del club hacia él será eterno por todo lo que les ha dado.

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Por eso, cuando se convirtió en el entrenador del primer equipo, lo apoyaron mucho, a pesar de que tenía poca experiencia. Sin embargo, cuando su equipo comenzaba a funcionar y rendir de la mejor manera, los dirigentes de Boca no se manejaron bien con él, ya que decidieron despedirlo en una estación de servicio. Este hecho generó muchísima polémica, y obviamente, Battaglia no terminó bien su relación con Juan Román Riquelme y compañía, algo que ha dejado en claro en reiteradas ocasiones. Es difícil que pueda volver al club mientras Riquelme siga siendo el presidente, pero lo cierto es que Battaglia le tiene muchísimo cariño a Boca y siempre le deseará lo mejor.

Lamentablemente, cuando era jugador, tuvo que retirarse muy joven, a los 32 años, debido a lesiones crónicas que no le permitieron continuar haciendo lo que más le gustaba. Ahora, ha confesado el calvario que está viviendo en la actualidad debido a esas lesiones que lo obligaron a retirarse prematuramente.

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El crudo relato de Sebastián Battaglia

"Hoy no puedo correr. Eso es lo que me pasa. Más allá del tobillo, aparecen otros dolores, como el de la rodilla. El golf no es tan problemático para eso, el pádel un poco más. Pero lo hago salteado…Me retiré a los 32, obviamente obligado por la lesión en el tobillo. Quizás tenía para un par de años más. Hoy el entrenamiento cambió, y algunos jugadores tienen la posibilidad de estirar su carrera. Pero sí, era pronto para dejar de jugar en ese momento. No me quedó otra. Al día de hoy no puedo correr.Tengo una osteocondritis en el tobillo derecho. Tendría que tener una prótesis. Las cosas mínimas te duelen, como salir a caminar, y con lo que me gustaba correr a mí...Mi forma de jugar en la cancha era eso también, correr todo el tiempo porque me lo exigía la posición y porque era mi manera de jugar. Entonces, hoy por hoy, no tener eso obviamente te pone a pensar en un montón de cosas”, expresó.