Por Ramiro Diaz
Hay buenas noticias para Fernando Gago en Boca Juniors pero quizás no tanto para los hinchas del Xeneize. Frank Fabra bajó seis kilos desde la llegada de ''Pintita'' se puso mucho mejor desde lo físico y todos los caminos apuntan a que volverá a jugar con la camiseta del equipo de la Ribera antes de lo pensado.
El entrenador lo tiene muy bien visto y es muy probable que lo cite para el duelo frente a Lanús el próximo domingo en La Fortaleza. El colombiano ya está listo para pelear un puesto con Lautaro Blanco y Marcelo Saracchi.
La llegada de Fernando Gago al banquillo de Boca Juniors marcó un antes y un después en el club xeneize. El exmediocampista, ídolo de la institución, impuso un nuevo estilo de juego y, sobre todo, una rigurosa exigencia física a sus dirigidos. Uno de los aspectos más destacados de su gestión ha sido la implementación de un estricto control de peso y estado físico de los jugadores.
La balanza, una nueva protagonista en los entrenamientos
Desde su arribo al club, Gago ha vuelto obligatoria la pesada diaria de los futbolistas. Esta medida, que generó cierta polémica al principio, ha sido clave para que el entrenador pueda evaluar el estado físico de cada jugador y detectar posibles problemas de sobrepeso o deshidratación. La balanza se ha convertido en una herramienta fundamental para garantizar que todos los futbolistas estén en óptimas condiciones para competir al máximo nivel.
Frank Fabra, un ejemplo de transformación
Uno de los casos más emblemáticos de la transformación física que ha experimentado el plantel de Boca es el de Frank Fabra. El lateral colombiano, que había llegado a tener algunos kilos de más, fue uno de los más afectados por la nueva política de Gago. Sin embargo, el colombiano respondió de manera excelente al desafío y logró bajar varios kilos, lo que le permitió recuperar su puesto en el equipo titular.
Los beneficios de la exigencia física
La exigencia física impuesta por Gago ha traído consigo una serie de beneficios para el equipo. En primer lugar, ha permitido que los jugadores estén más preparados físicamente para afrontar los partidos, lo que se traduce en un mejor rendimiento individual y colectivo. Además, la disciplina y el profesionalismo que exige el entrenador han generado un ambiente de trabajo más competitivo y exigente.
Un plantel más fuerte y competitivo
Gracias a la transformación física que ha experimentado el plantel, Boca Juniors se ha convertido en un equipo más fuerte y competitivo. Los jugadores se muestran más rápidos, más fuertes y más resistentes, lo que les permite imponer su juego en cada partido.
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