Por Leonardo Garcia
Boca Juniors y el Fluminense se enfrentaban por la gran final de la Copa Libertadores de América. El estadio Maracaná era la gran sede que encontraba a los dos mejores equipos del continente para definir cuál de los dos se ganaba la Gloria Eterna. El equipo de la Ribera buscaba la Séptima y su rival quería obtener el dominio del continente por primera vez en su historia. Y empezó con el pie derecho abriendo el marcador a los 36 minutos del primer tiempo.
El equipo de la Ribera empezó el duelo siendo dominado por el equipo local (es su cancha aunque técnicamente sea un estadio neutral). Es que el Fluminense se hizo dueño de la pelota y dominó al equipo de Jorge Almirón que comenzó más atrás, esperando ver qué hacía el rival. Con el correr de los minutos fueron emparejando el duelo, con buenas llegadas de Miguel Merentiel y Edinson Cavani que no terminaron en nada por malas resoluciones de los delanteros uruguayos.
Cuando todo hacía parecer que la primera mitad iba a terminar en empate luego de un buen tiempo sin que ocurra demasiado, finalmente llegó el gol de Germán Cano, el delantero estrella del equipo brasileño que es el gran goleador de esta Copa Libertadores de América. Cuando iban 36 minutos, el Flu hizo una jugada típica de ellos, propia de un gran equipo, de un finalista del torneo más importante de clubes sudamericanos. Y así lo demostró: mandando la pelota a guardar y dejando sin chances a Chiquito Romero.
Según lo que contó el propio Juan Pablo Varsky en la transmisión oficial, el Boca de Jorge Almirón nunca dio vuelta un resultado en los últimos tiempos, ni en la Copa de la Liga Profesional ni en el torneo continental. En ese contexto, hay que ver si se repone al duro golpe de Cano en el ST o si el Fluminense se queda con el trofeo en su casa.
23/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
21/11/2024
21/11/2024
21/11/2024
21/11/2024
21/11/2024
21/11/2024