Salió campeón del mundo con Boca, dejó todo y ahora juega en una liga amateur

¿Quién no soñó de chiquito con jugar en el equipo que uno es hincha? Algunos van más allá de ese anhelo y se imaginan ganado títulos, marcando goles o conquistando el mundo. Todo eso y más lo consiguió José María Calvo, o el ‘Pampa’ como es conocido. Nacido en la provincia que hace referencia a su apodo, hoy está lejos de las cámaras pero cerca de su familia.

Debutó con la camiseta de Boca Juniors el 21 de junio del 2000, uno de los años más gloriosos en la historia del Xeneize. Es que ese año salió campeón de la Copa Libertadores de América y también de la extinta ‘Copa Intercontinental’, hoy rebautizada Mundial de Clubes, con otro formato pero con el mismo valor.

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Si bien no tuvo minutos en esas dos competencias, si fue parte de la delegación. Pero en 2003 si jugaría algunos cotejos, en lo que fue otro título Xeneize a nivel continental. Durante casi toda su carrera, fue el suplente de Hugo Ibarra en el lateral derecho, cumpliendo cada vez que le tocó jugar y en base a eso es muy querido por los hinchas.

Luego de un paso fugaz por la liga española, retornó en 2008 a Boca y permaneció allí hasta 2011, año en que colgó los botines. Las lesiones lo tuvieron a maltraer en gran parte de su vida profesional y en la recta final se le hizo imposible jugar. Actualmente tiene 41 años pero el fútbol sigue siendo parte de su vida cada domingo.

¿Qué es de su vida hoy en día?

Este queridísimo defensor juega en el Club Atlético Quenumá, de la Liga Cultural Deportiva de Tres Lomas, La Pampa. Solamente estuvo lejos del Xeneize durante tres años, que los repartió entre el Gimnastic y Recreativo de Huelva. Siempre perfil bajo, se retiró a la corta edad de 30 años.