Riquelme lo llevó a Boca como jerarquía, fracasó y ahora vive un calvario

A Juan Román Riquelme se le pueden destacar y criticar muchas cosas de su gestión. Entre otras cosas, llevó a Boca Juniors muchos refuerzos muy importantes pero otros tantos que no rindieron ni dieron la talla como se esperaba. De hecho, algunos de ellos se fueron mal del equipo por no coincidir con algunas cosas. Uno de este último grupo ahora está viviendo un verdadero calvario por una razón ajena al fútbol en sí, pero ligado también a eso en otro contexto.

El vicepresidente del Xeneize llevó muchos jugadores al club de la Ribera en los últimos tiempos. La mayoría de ellos llegaron gratis, en condición de agentes libres, pero muchos otros fueron comprados por montos no demasiado altos, pero que de igual manera le fueron a pérdida por lo poco que rindieron o porque jugaron muy poco. Quizás en ese grupo se destaque a Juan Ramírez, por ejemplo, o a Norberto Briasco.

De todos modos es cierto que Román también acertó con muchos otros refuerzos, como son los casos de Sergio Chiquito Romero (héroe en la Copa Libertadores) y Marcos Rojo. También Miguel Merentiel rindió muy bien y Edinson Cavani, se sabe, es una figura de gran jerarquía internacional aunque todavía no demostró.

Ahora, mientras Boca está atravesando una dura realidad luego de la derrota en la gran final de la Copa Libertadores de América contra el Fluminense. De hecho el director técnico Jorge Almirón renunció y ahora hay que ver cómo se repone de ese golpe tan duro con un DT interino como lo es Mariano Herrón. Sin embargo, el ex jugador del club vive un calvario aún más grande.

El calvario que vive un ex Boca en su actual equipo

El jugador en cuestión es nada menos que Carlos Zambrano, el defensor peruano que jugó 62 partidos en el club y que consiguió cinco títulos. Sin embargo, nunca dio la seguridad que debe dar un central de jerarquía internacional. Ahora mismo se supo que, en la previa al clásico entre Alianza Lima y Universitario, recibió un arreglo fúnebre y una caja que no abrió por temor a su contenido en la casa de sus padres.