Por Andres Fuentes
Este sábado se realizó la autopsia en el cuerpo de Lucas González, el joven asesinado por la policía cuando transitaba en un auto junto a sus amigos en el barrio porteño de Barracas. Cerca del mediodía se conoció el informe preliminar de los estudios que podría complicar aún más la situación de los tres policías implicados en la causa.
El estudio se realizó en la Morgue Judicial y estuvo a cargo del doctor Alejandro Rulan. De acuerdo al informe preliminar, el cuerpo presentaba una lesión por proyectil de arma de fuego en el cráneo con hemorragia meningoencefálica.
El retraso en la autopsia se debió a que las partes debieron designar a sus peritos para supervisar todo. Tras concluir con el examen, el cuerpo será entregado a la familia para que puedan extraer los órganos -tal como habían expresado sus padres- y luego proceder al entierro.
Este sábado, además, se conoció la decisión del fiscal de la causa, que rechazó el pedido de los defensores de los sospechosos para que sigan en libertad. El representante del Ministerio Público indicó que existen serios indicios que hacen sospechar que los uniformados han tergiversado los hechos para mejorar su situación judicial.
Asimismo, se conocieron nuevas imágenes de la persecución que sufrieron los jóvenes por parte de los policías, quienes transitaban en un auto sin ningún tipo de identificación oficial.
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