El peor negocio: River Plate lo dejó irse gratis y ahora la rompe en Europa

Vestir la camiseta de River Plate y aguantar la presión no es fácil. Por eso, no es de extrañar que muchos futbolistas que no logran destacarse en el Millonario, luego sean figuras en otros equipos. Sin lugar a dudas, uno de los casos que evidencian esta situación a la perfección es el de Lucas Boyé.

El delantero debutó en River Plate en 2014 y, a pesar de que parecía tener condiciones para transformarse en una figura clave del equipo, nunca pudo aprovechar las oportunidades que Marcelo Gallardo le dio para que brillara. Por eso, pronto su destino estuvo lejos del club. 

En total, Lucas Boyé disputó 37 partidos oficiales en River Plate, de los cuales jugó 15 como titular, y solamente convirtió dos goles. En 2015, fue cedido a préstamo a Newell's Old Boys, donde participó de 24 encuentros y también anotó dos tantos. 

Fue en 2016 cuando llegó a Europa. Precisamente, Lucas Boyé firmó contrato con el Torino de la Serie A de Italia, aunque la transacción no le dejó dinero a River Plate porque el futbolista rechazó la renovación del vínculo con el club. Allí, jugó 47 partidos y aportó tres goles.

Luego, fue cedido a Celta de Vigo de La Liga española, donde jugó 13 partidos y no convirtió goles. A fines de 2018, llegó en condición de préstamo al AEK Atenas (36 partidos y seis goles). En 2019, fue cedido al Reading FC de la segunda categoría de Inglaterra.

Finalmente, en septiembre de 2020, Lucas Boyé arribó al Elche de España a préstamo por una temporada. Allí es donde despertó su gran capacidad goleadora. Hasta el momento, lleva 4 goles y una asistencia en 14 partidos. Además, este miércoles anotó el único gol del equipo ante Nurcia para avanzar en la Copa del Rey.