Por Matias García
Este último jueves, Andrés Román pasó de la felicidad al llanto. Es que el lateral derecho colombiano llegó a Buenos Aires para incorporarse como nuevo refuerzo a Boca Juniors, pero los estudios médicos detectaron que tenía una miocardiopatía hipertrófica, que es progresiva y la principal causa de muerte súbita.
Por lo tanto, la dirigencia del Xeneize decidió dar de baja la negociación y, por su parte, el futbolista podría dejar su carrera como futbolista profesional. Por eso, el jugador de Millonarios estuvo alrededor de dos horas llorando en el hotel y hasta Miguel Ángel Russo, quien lo conocía por su paso en el Embajador entre 2017 y 2018, se acercó a consolarlo.
Sin embargo, en las últimas horas el caso dio un giro imprevisto de 180 grados. Es que el lateral derecho, tras su regreso a Colombia, se realizó nuevos estudios y, una vez concluidos, la Junta Médica del Embajador emitió un comunicado para contradecir los hallazgos de Boca Juniors.
"No se puede concluir un diagnóstico de miocardiopatía hipertrófica. No se cumplen otros criterios imagenológicos igualmente característicos, además que el paciente no ha tenido síntomas cardiovasculares de ningún tipo durante su desempeño deportivo, así como tampoco tiene antecedentes familiares de la enfermedad", comienza el comunicado.
Y agrega: "Los resultados de los exámenes tomados el lunes concluyen que el diagnóstico más probable es que se trate de un corazón de atleta. Se realizarán exámenes genéticos en laboratorios especializados en el exterior para encontrar mutaciones de secuencias de ADN, que sumados a la consideración de los especialistas de suspender el ejercicio de alto rendimiento por tres meses (desacondicionamiento controlado) y con exámenes adicionales cardiovasculares y físicos, se permita alcanzar una conclusión definitiva".
22/11/2024
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