Por Matias García
Este último miércoles, Boca Juniors igualó por 0-0 ante Santos en La Bombonera por la ida de las semifinales de la Copa Libertadores de América, por lo que todo se definirá en el partido de revancha, que se llevará a cabo el 13 de enero en San Pablo, Brasil.
A pocos días de la vuelta, Boca Juniors recibió una noticia que encendió las alarmas. Es que, según trascendió, el arquero Jhon está varado en la Argentina, esperando el avión sanitario que lo traslade de regreso a Brasil, dado que dio positivo en el último test que se realizó.
Tras conocerse la noticia, se puso en el foco de la polémica una insólita situación que se vivió durante el partido entre Boca Juniors y Santos. Es que, tras el final del primer tiempo, el director técnico Cuca dio la charla a los futbolistas de Santos en el campo de juego, en vez de ir hacia el vestuario visitante.
De esa manera, se comenzó a especular con que desde el cuerpo técnico ya sabían que el arquero estaba contagiado y, para evitar riesgos, decidieron quedarse al aire libre. Por eso, en las redes sociales apuntan a que en Santos ocultaron la situación del futbolista para evitar perder un jugador clave.
Sin embargo, la explicación de la charla técnica en el banco de los suplentes podría tener una explicación completamente diferentes: una cábala. En 2018, cuando Cuca era entrenador de San Pablo, también hizo lo mismo en los octavos de final de la Copa Libertadores 2004.
Lo curioso es que el director técnico de Rosario Central, rival de San Pablo en aquella ocasión, fue, justamente, Miguel Ángel Russo. Finalmente, el conjunto brasileño fue el que avanzó a los cuartos de final de la Copa Libertadores. ¿Habrá recordado ese antecedente Cuca?
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