Por Matias García
Si hay algo que caracteriza a la sociedad argentina, sin dudas, es el ingenio para lograr sortear situaciones adversas y la pandemia de COVID-19 es una tormenta muy difícil de superar, incluso en el deporte, y por eso, los clubes se la rebuscan para mantener su economía a flote. Es en este contexto donde comienzan a aflorar las estrategias de las instituciones deportivas, como el caso de Boca Juniors.
A lo largo del 2020, la institución Xeneize, comandada por Jorge Amor Ameal inició una campaña para brindarle contrato profesional a los jugadores de inferiores con un doble objetivo. Por un lado, asegurar su vínculo con el club de la ribera, en caso de que otro equipo ponga sus ojos en el jugador y, por otro lado, asegurarle a Miguel Ángel Russo alternativas y recambio para el primer equipo considerando que será difícil para los clubes argentinos comprar o traer a préstamo jugadores desde el exterior, pero sí tendrá la capacidad de vender con un dólar a un alto valor, lo que, sin dudas, enriquecerá las arcas del club.
Durante todo el año, Boca ha otorgado contratos profesionales a más de10 juveniles de entre 16 y 21 años. El último que firmó contrato ha sido Nicolás Valentini, juvenil que se desempeña como segundo central e hizo sus primeras armas en Sarmiento.
23/11/2024
23/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
22/11/2024
21/11/2024
21/11/2024
21/11/2024
21/11/2024
21/11/2024