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(VIDEO) La única falencia que tiene Scaloni como DT es tenerle miedo a Messi

El entrenador hace todo bien, pero también tiene sus falencias.

Por Martín Liberman

Ángel Di María
Ángel Di María

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¿Cómo van a decir que Di María es top 3 de la historia de la selección? ¿Di María más que Kempes? ¿Di María más que Passarella? ¿Quién dijo eso? Paren un poco. Es muy bueno, sí, fue gravitante y decisivo, sí, pero paren un poco. Esto va a ser lista el uno, el dos, el tres… ¡Paren un poco! Falta que digan ahora que Maradona no sirvió.

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También se puede decir que ayer comenzó la era post-Messi. Ya hace tiempo comenzó la era post-Di María porque el 14 de julio abandonó la selección argentina un futbolista que tuvo tanto buenas como malas. Ahora parece que todos se olvidan de las malas de Di María y solo se acuerdan de las buenas. Claro que las buenas fueron importantísimas, tal vez mucho más importantes que las malas, aunque las malas también fueron en finales.



Pero bueno, es así: la gente todo se olvida. Lo que importa es la inmediatez, el presente, lo de ahora. Y lo de ahora claramente lo tuvo al exjugador del Real Madrid emparentado con momentos de éxito, gloria y buenas actuaciones. Grandes definiciones, grandes goles… El tipo la verdad que se hizo fuerte en partidos decisivos. Antes flaqueaba en ese tipo de situaciones, ni siquiera llegaba a esas instancias porque, para mí, la cabeza le jugaba una mala pasada y terminaba lesionado.

Pudo romper la pared, como dice él, este eslogan marketinero que tiene que ver con las maratones y no con el fútbol. Pero bueno, pudo romper la pared, como a él le gusta decir. Marcó un gol importantísimo en una final en la que Argentina fue claramente superado por Brasil. En la final del Mundial, fue de lo mejor que le vi a un equipo de fútbol en la historia, apabullado y dejando en ridículo casi a su rival. Di María jugó un partido notable en la final del Mundial y también jugó una muy buena Copa América. El día en el que decidió ponerle punto final a su experiencia como futbolista del seleccionado argentino mayor.



Entonces, la era post-Di María ya no existe porque Di María dejó de jugar hace un mes y medio en la selección argentina. Me pregunto si ayer nació también la era post-Messi porque Messi arrastra una lesión, porque ya pasó los 37 años, y porque su rendimiento ya no es el mismo. De a poco, seguramente se verá condicionada su participación en la Eliminatoria. Messi, siempre y cuando esté disponible y apto, seguramente va a jugar, y está bien que así sea. Pero es muy importante que los jugadores empiecen a sentirse relevantes sin ellos en la cancha.

Di María ya no está más, Messi todavía está. Hoy no por lesión, pero muy probablemente vuelva en la próxima doble fecha eliminatoria. Pero el equipo ya mostró que está vivo y que puede soportar el peso de lo que sigue sin ellos. Eso es muy importante porque, en realidad, nadie es indispensable. No lo es Di María, no lo será Messi como antes, no lo fue Maradona, ni Passarella, Kempes, Bertoni, Jorge Luis Burruchaga, Oscar Ruggeri o el Cholo Simeone.

Hay una moda de acordarse solamente del presente. ¿Qué es eso? Concuerden con el presente. Di María es top 3 de la historia de la selección, ¿pará? ¿Quién dijo eso? También hubo un Jorge Valdano, un Gabriel Batistuta que ganó dos Copas América y hasta que apareció Messi fue el máximo goleador de la historia de Argentina en los Mundiales. Paren un poco con quedarse solamente con lo de ahora. Hubo un fútbol anterior, hay una historia del fútbol. El fútbol no nació ahora. Los pibes se creen que el fútbol empezó hace 5 o 10 años. Paren la moto.

¿Cómo van a decir que Di María es top 3 de la historia de la selección? ¿Di María más que Kempes? ¿Di María más que Passarella? ¿Quién dijo eso? Paren un poco. Es muy bueno, sí, fue gravitante, decisivo, sí, pero paren un poco. Esto va a ser lista el uno, el dos, el tres… ¡Paren un poco! Falta que digan ahora que Maradona no sirvió.

Con esto de creer que lo de ahora es lo único que sirve, el fútbol argentino es un todo, es una historia riquísima. Me deja muy tranquilo en esta era post-Di María y en esta transición hasta el post-Messi, que hay un equipo muy importante, que hay muy buenos jugadores. El arquero… Lástima que el arquero tenga estas cosas de ponerse en el centro de los trofeos. No sé qué le pasa a este chico, la verdad. Es tan grande como arquero, el arquero más influyente en la historia de la selección. No sé si el mejor, porque no me atrevería a decirlo. Hubo un Fillol antes, hubo un Amadeo Carrizo antes, hubo un Nery Pumpido antes… Entonces, pará, maestro, pará. ¿Es el arquero más influyente? Puede ser. Ahora, para decir que es el mejor, ¿vieron a los otros? Paren un poco.

Cristian Romero, ¿el mejor defensor de la historia? Pará, hermano. Hubo un Ruggeri, hubo un Perfumo, hubo un Passarella. Paren un poco. Son buenos los de ahora, son buenísimos, pero paren. No nació el fútbol ahora. El fútbol argentino tiene una historia enorme. Es bueno De Paul, claro que es bueno De Paul, pero también era un crack el Cholo Simeone o Fernando Redondo. Es bueno Mac Allister, es un fenómeno. Mac Allister es un fenómeno, pero hubo otros jugadores que hicieron grande a la selección argentina también, no porque Enzo Fernández no haya habido otro igual. Pará un poquito. Hubo Mac Allister antes, hubo un Ardiles antes. Paren un poco. No olvidemos a Bertoni, que era malo, Caniggia… Paren, paren, paren.

El de ahora es buenísimo, pero no hay necesidad ni urgencia de empezar a etiquetar y a decir rápidamente que estos son los mejores. No hubo un marcador central mejor que Romero, no hubo un arquero mejor que Martínez, no hubo uno como Di María en el top 3. No hubo uno como el Beto Alonso. No, Batistuta era un boludo… Paren un poco. Paren con este despilfarro de adjetivos calificativos y de desconocimiento por la historia. No hay ninguna necesidad. Me deja muy tranquilo porque Argentina tiene un gran plantel, tiene un gran equipo, tiene un gran entrenador, un gran entrenador.

Pero paren un poco. Le reconozco al entrenador miles de virtudes porque, por más que me quieran pasar ese videíto donde yo digo en 2018 que no estaba preparado, lo volvería a decir. No estaba preparado, nunca había dirigido nada y era una moneda al aire. El tipo mostró que creció un montón en el tiempo, que no se casa con nadie, solo con Messi, al que lo pone siempre aún lesionado y al que no se atreve a sacar aún jugando mal. Sacando a Messi, es un hombre que no se condiciona con nada ni con nadie. Que perfectamente dice: “Armani, ya está”. Coincido con él. Se anima a los recambios de futbolistas, inserta permanentemente jugadores. Ya son casi 50 los convocados por Scaloni a la selección mayor.

Iba probando y rotando: un día Lautaro, un día Julián, un día Nico González, un día Mac Allister, un día dice Lisandro Martínez afuera y lo mete al pibe Barco, al pibe Carboni, al pibe Garnacho y lo mete al pibe. Los convoca, los mira, los evalúa y se anima. Provoca un recambio que nos deja tranquilos de cara al futuro. Argentina tiene un gran equipo y, normalmente, sin Di María y sin Messi, gana todos los partidos. O sea que no son indispensables. Más allá de ser muy buenos, no son indispensables. Messi es un recontra crack, ha sido un recontra crack, sigue siendo un estupendo futbolista, pero ya tal vez no es tan decisivo en la selección argentina. Y hay un equipo que puede sostener el presente y el futuro cercano de cara al próximo Mundial porque Argentina bajó en el Mundial de Qatar, la Eliminatoria la queda absolutamente chica a este equipo galáctico.

Y este equipo galáctico es obra en gran parte del entrenador. El entrenador lo armó muy bien, y yo lo felicito a Scaloni. No tengo ningún empacho en decir que creía en 2018 que el tipo no estaba preparado porque nunca había dirigido ni un juvenil. En 2024 es un monstruo como entrenador. Lástima que esté tan condicionado por Messi. No se anima ni a sacarlo, ni a no ponerlo cuando está lesionado. Contra Ecuador, Messi no podía levantar las piernas y Scaloni no se animó a no ponerlo. Entonces, su única falencia como técnico es tenerle miedo a Messi y no animarse a tomar decisiones cuando las cosas piden otra cosa. Sacando eso, que es un pequeño lunar en todo lo que describo, el tipo es fenomenal. La cantidad de jugadores con los que ha provisto la selección y corrige errores. Lo limpió a Dybala en la Copa América y al mes lo vuelve a convocar, y Dybala le devuelve con un gol.

También le salen todas a Scaloni. Lo pone a Julián con Lautaro, y los dos juegan un partido enorme. Lautaro fue figura total y Julián volvió a hacer un golazo de otra galaxia. McAllister jugó un partido fenomenal, y le salió perfecto el cambio de Lisandro Martínez afuera y Otamendi adentro.

Dicho ya de paso, es increíble ver a un Otamendi tan flojo en los Juegos Olímpicos y ver a uno tan sólido cuando juega con Romero al lado. Otamendi le tiene que agradecer sus últimos años en la selección a Romero, porque sin él, seguramente ya no estaría jugando en la selección nacional. Es fácil jugar con Romero y con Lisandro Martínez al lado. Lo que vimos en los Juegos Olímpicos fue otro futbolista.

También hay habilidad y astucia en el entrenador para encontrar la manera de rodear a cada jugador y dónde poner a cada cual. Scaloni es muy bueno como entrenador, su cuerpo técnico es muy capaz y calificado. Le reconozco la virtud de convocar a un montón de jugadores y de ir encontrando posibilidades para cada uno.

Ahora, cuando encuentra que hay uno que tiene que jugar, lo deja. Creo que, por ejemplo, es el peor momento de Enzo Fernández en el equipo nacional. Y ahí se está aferrando a Enzo Fernández, porque cuando jugó Paredes en la Copa América fue muy importante, incluso más que Fernández, a pesar de que con Paredes yo tenía mis reservas. La verdad es que está en un nivel muy alto, y en la Copa América fue superior a Fernández, aún jugando mucho menos.

Ayer, Enzo Fernández volvió a ser de los más flojos del equipo. Tiene estas cosas Scaloni, lo reconozco, lo destaco y lo valoro, pero a veces no toma decisiones cuando es necesario. Y en otras ocasiones, toma decisiones que no parecen tener el impacto esperado.

Resumiendo, la era post-Messi es absolutamente auspiciosa y alentadora. La era post-Di María y la transición hasta que se vaya Messi definitivamente es prometedora. Argentina tiene muy buenos jugadores. A este ritmo, juega la eliminatoria sudamericana con comodidad y va a jugar la próxima Copa del Mundo con confianza.

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