Fútbol Internacional

Impacta al país, Dibu Martínez amenazó a Cuti Romero con darle golpes de puño

Emiliano reveló que en la final le dijo al defensor que, si hacía algo en particular, lo iba a “cagar a trompadas”.

Por Pedro Ramirez

Emiliano reveló que en la final le dijo al defensor que, si hacía algo en particular, lo iba a “cagar a trompadas”.

La Selección Argentina destaca no solo por el rendimiento futbolístico que despliegan en cada encuentro, sino también por la unión de grupo que hace que las fechas FIFA sean una ocasión especial para los convocados. Ahora bien, eso no quita que en los momentos críticos haya habido reclamos en tonos no tan amistosos. Uno de ellos se dio en la final del Mundial, con amenaza incluida, del Emiliano Martínez contra Cuti Romero y fue revelado por el propio Dibu en las últimas horas.

TE PUEDE INTERESAR:

En diálogo con Sebastián Vignolo en en ‘Campeones: un año después’, el arquero del Aston Villa contó el altercado que tuvo con el defensor cordobés: “Recuerdo que en la final contra Francia fue con los dos pies contra Mbappé. Agarró la pelota, todo. Y en el entretiempo lo agarré de la camiseta y le dije: ‘Te llegan a echar y te cago a piñas después del partido’”. Apostá en Betsson a los partidos de la liga argentina y de las mejores ligas internacionales y duplica tu saldo hasta 50.000 pesos en tu primer depósito.

“Yo al Cuti le tengo que decir: ‘Por favor, dejá de pegar’. El Cuti juega así, al límite de la roja. Estoy siempre agarrándolo en ese sentido, pero es impresionante”, completó. No obstante, luego dejó en claro que su relación es excelente: "Tenemos una gran unión. Yo sé las virtudes de Cuti y Ota (Nicolás Otamendi), eso me da la vida también. Yo sé que por ahí no pasan a los centrales”.

Dibu Martínez y los detalles del penal de Tchouaméni

También en charla con Vignolo, el arquero contó cómo vivió el segundo disparo desperdiciado de Francia en la tanda: "Yo del arco lo vi (a Aurélien Tchouaméni) que estaba muerto. Y pensé que si erraba, estaban medio paso afuera y éramos campeones. El venía mirando arriba, mirando a la gente, estaba muy nervioso el chico. Lo había practicado con mi psicólogo: si llego a atajar uno, al siguiente le hago la vida imposible. Si iba al arco se lo atajaba, era mío. Me había tirado re bien, me había impulsado joya. Si la rozaba, la sacaba. Después de ese dije: ‘Ya está’”.

Temas


Más noticias