¿Está celosa? El gesto de Antonela Roccuzzo cuando Sofía Martínez saludó a Messi

El mundo lo tiene claro desde hace tiempo: Lionel Messi se llevaría el 30 de octubre su octavo Balón de Oro, algo que anticiparon medios reconocidos como Marca, Olé, Lé Equipe y el periodista Fabrizio Romano. Su enorme Copa del Mundo con la Selección Argentina, en donde levantó el trofeo dorado, lo colocaron como favorito a la mencionada estatuilla. La ceremonia se llevó a cabo en París, una ciudad que significa mucho para Leo por su reciente paso por el PSG, y además por ser la capital del país al cual venció en Qatar 2022.

En ese marco, la figura del Inter Miami llegó a la mencionada ceremonia del Balón de Oro como el gran candidato y estuvo acompañado por su familia en todo el recorrido, siendo sus tres hijos Thiago, Benjamín y Ciro, sumado a su esposa Antonella Rocuzzo. Ambos lucían muy elegantes y de negro, pero al mismo tiempo una calidez y sencillez para con la prensa y demás personas que dejaron entrever toda su humildad. En el medio, se dio un cruce bastante esperado por todos en Argentina.

Ya situados en la alfombra roja y después de las fotos protocolares, la periodista Sofía Martínez de ESPN saludó a sus hijos, al futbolista y finalmente a su esposa. “Hola, loco”, le dijo primero a uno de los niños. Inmediatamente, apuntó contra el mejor jugador del mundo: “Hola, Leo”. Por último, fue por Antonela Roccuzzo y sus miradas se cruzaron por primera vez en cámara: “Hola, Anto”, esbozó tímidamente la mencionada cronista, luego de que se hable de un posible coqueteo de su parte a la Pulga en el pasado.

El gesto de Anto Roccuzzo luego de que Sofi Martínez la saludara

La esposa del astro argentino la miró cálidamente y le devolvió el saludo con la mano, con una sonrisa dibujada en la cara pero marcando distancia. Rápidamente, cambió de mano su cartera y apoyó la mano izquierda en la espalda de su esposo, quien se desvió pocos pasos después para saludar al afamado tenista Novak Djokovic. Sin lugar a dudas mantuvieron un encuentro protocolar, pero la incomodidad sobrevoló los aires de París.