Por Arturo Ñeriel
Un 9 de diciembre como hoy, pero de 1984, Independiente se consagraba campeón del mundo al derrotar 1 a 0 a Liverpool en la final de la Copa Intercontinental, disputada en el Estadio Nacional de Tokio. De esta manera el Rojo se coronaba como el mejor del planeta por segunda vez en su rica historia.
El equipo de Avellaneda había ganado el derecho de disputar el partido definitorio en tierras niponas luego de conquistar la Copa Libertadores ante Gremio de Porto alegre, en una final que terminó 1 a 0 en el resultado global. Por su parte, los Reds de la ciudad de los Beatles habían sacado su boleto a Tokio después de superar a Roma por 4 a 2 en los penales posteriores a un empate 1 a 1.
En esta ocasión el equipo dirigido por José Omar Pastoriza "madrugó" al conjunto inglés a los seis minutos del primer tiempo a través de José "Mandinga" Percudani, tras gran habilitación de Claudio Marangoni. En aquel conjunto de Independiente se destacaban figuras de la talla de Enrique Bochini, Néstor Clausen, Enzo Trossero, Ricardo Giusti y Jorge Burruchaga, entre otros.
Las atestadas vitrinas de la mitad colorada de Avellaneda ostentan los siguientes trofeos internacionales: siete Libertadores, tres Interamericanas, dos Intercontinentales, dos Supercopas, dos Sudamericanas, una Recopa y una Suruga Bank.
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