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El argentino que llegó al Benfica con Di María y ahora vende aceitunas para vivir

El Fideo es ídolo en el conjunto de Portugal, pero en un principio llegó junto a otro jugador desde Rosario Central.

Por Pedro Ramirez

Ángel Di María festeja un gol
Ángel Di María festeja un gol

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Ángel Di María brilló en algunos de los mejores equipos del mundo, como Real Madrid, PSG o Juventus, y ahora está próximo a tomar una decisión sobre su futuro. El Fideo tiene la chance de renovar con Benfica una temporada más o cumplir de una vez por todas su sueño de retornar a Rosario Central a pesar de las amenazas contra su familia que le hicieron dar un paso atrás en su firme decisión de jugar en el Canalla luego de la Copa América 2024.

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Actualmente, tanto él como su familia son felices en Lisboa y la opción de extender su vínculo toma cada vez más fuerza, sobre todo tomando en cuenta que está más vigente que nunca y es figura a sus 36 años. Ahora bien, así como Di María triunfa en Benfica, hubo otros argentinos a los que no le fue tan bien. Apostá en Betsson a los partidos de las mejores ligas internacionales y duplica tu saldo hasta 50.000 pesos en tu primer depósito.

En este equipo brillaron no solo Ángel, sino también otros destacados embajadores albicelestes como Pablo Aimar, Javier Saviola, Enzo Pérez o hasta incluso Enzo Fernández. Sin embargo, pocos recuerdan que Di María llegó al club en compañía de otro argentino al que muchos le perdieron el rastro.



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¿Quién es el argentino que fracasó en Benfica y ahora vende aceitunas?

Cuando Di María aterrizó en Portugal, lo hizo junto a su compañero Andrés Díaz. Benfica pagó en su momento 8.2 millones de euros por los dos, pero Díaz solamente tuvo tres apariciones y en 2008 ya había regresado al país para defender los colores de Banfield. De ahí pasó por Barcelona de Ecuador, Deportes Concepción de Chile y se retiró en Unión Casildense. Tras su cese en la activudad, se metió en el mundo de la representación de jugadores y hoy por hoy es es vendedor y proveedor de aceitunas junto a su hermano. El Fideo, en cambio, se asentó y llevó adelante una de las carreras más brillantes que se recuerden en un futbolista argentino.


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