Por Lucas Cabrera
En el corazón de cada leyenda deportiva, yacen no solo los triunfos gloriosos, sino también las cicatrices de las derrotas. Para Lionel Messi, el camino con la Selección Argentina ha sido un viaje montañoso, repleto de cumbres radiantes y valles oscuros. A través de este recorrido, analizaremos aquellos instantes donde la brillantez del astro argentino se vio eclipsada por la adversidad, momentos que, lejos de disminuir su grandeza, esculpieron el legado de un titán futbolístico.
Hoy, nos adentramos en esos episodios que, aunque dolorosos, son esenciales para comprender la dimensión completa de su trayectoria. No se trata de ensombrecer su figura, sino de reconocer la humanidad detrás del ícono, la lucha constante contra la presión y las expectativas que lo acompañaron desde su debut con la albiceleste.
El estadio Maracaná, el 13 de julio de 2014, fue testigo de una de las noches más amargas en la carrera de Lionel Messi. La final del Mundial de Brasil contra Alemania se presentaba como la oportunidad dorada para alcanzar la gloria máxima con su país. Sin embargo, el destino tenía otros planes. A pesar de su destacada actuación a lo largo del torneo, Messi no pudo evitar la derrota por 1-0 en tiempo extra.
La imagen de Messi, con la mirada perdida y el trofeo de mejor jugador del torneo en sus manos, se convirtió en un símbolo de la frustración. La prensa internacional destacó la soledad del astro argentino, quien vio cómo se esfumaba el sueño de emular a Diego Maradona y levantar la Copa del Mundo. Este partido dejó una herida profunda en el corazón de Messi y de todos los argentinos, un recordatorio de que incluso los más grandes pueden ser vulnerables ante la adversidad.
La Copa América 2007 marcó la primera gran decepción de Lionel Messi con la Selección Argentina. Con apenas 20 años, Messi ya era una figura emergente en el fútbol mundial y las expectativas sobre su desempeño eran enormes. Sin embargo, la selección argentina cayó derrotada ante Brasil en la final, un duro golpe para el joven Messi.
A pesar de su talento y esfuerzo, Messi no pudo cambiar el rumbo del partido. La derrota dejó una sensación de vacío y frustración, no solo en el jugador, sino en todo el país. Este torneo fue un recordatorio de que el camino hacia la gloria con la selección sería largo y desafiante, y que incluso el mejor jugador del mundo tendría que enfrentar momentos difíciles.
Las Eliminatorias Sudamericanas siempre han sido un campo de batalla para la Selección Argentina, y la altura de La Paz, Bolivia, un obstáculo formidable. En 2009, Messi y sus compañeros sufrieron una de las peores derrotas en la historia de la selección, un 6-1 que dejó una marca imborrable. La altura, la presión y un equipo boliviano inspirado se combinaron para crear una noche para el olvido.
Sin embargo, Messi demostró su capacidad de resiliencia y liderazgo en los años siguientes. A pesar de las dificultades, siempre se presentó para defender los colores de su país, incluso en las condiciones más adversas. La revancha llegaría años después, demostrando que incluso los peores momentos pueden ser superados con determinación y esfuerzo.
Los penales fallados han sido una sombra que persiguió a Lionel Messi durante gran parte de su carrera con la Selección Argentina. Momentos clave como la final de la Copa América 2016 contra Chile, donde su penal errado contribuyó a la derrota, generaron críticas y dudas sobre su capacidad para liderar en momentos decisivos.
Estos errores, aunque dolorosos, no definen la grandeza de Messi. Su valentía para asumir la responsabilidad y enfrentar la presión es digna de admiración. Cada penal fallado fue un aprendizaje, una oportunidad para crecer y fortalecer su carácter. A pesar de las críticas, Messi nunca se rindió y continuó luchando por su sueño de ganar un título con la selección.
La Copa América 2011, celebrada en Argentina, representó una enorme presión para Lionel Messi y la selección. La expectativa de ganar el título en casa era abrumadora, y cualquier resultado que no fuera el campeonato sería considerado un fracaso. Sin embargo, la selección argentina no logró cumplir con las expectativas y fue eliminada en cuartos de final.
La presión de ser local, sumada a las críticas por su desempeño, convirtieron este torneo en uno de los momentos más difíciles para Messi con la selección. A pesar de su esfuerzo, no pudo liderar al equipo hacia la victoria. Este torneo fue un recordatorio de que el fútbol es un deporte colectivo y que incluso el mejor jugador del mundo necesita el apoyo de sus compañeros para alcanzar la gloria.
En conclusión, los momentos difíciles de Lionel Messi con la Selección Argentina son parte integral de su legado. Lejos de opacar su grandeza, estas experiencias lo fortalecieron y lo convirtieron en el líder que finalmente llevó a Argentina a la gloria en la Copa América 2021 y el Mundial de Qatar 2022. Su historia es un testimonio de resiliencia, perseverancia y amor por su país.
Lo que debes conocer de los momentos más difíciles de Messi con Argentina:
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