Por Matias García
Lionel Messi es inmensamente querido y reconocido en el FC Barcelona, sobre todo por su sencillez y casi nula búsqueda de problemas. Sin embargo, hubo algunas veces que a la Pulga se le salió la cadena y no tuvo reparo alguno a la hora de discutir con miembros de su propio equipo.
Los casos más recientes y conocidos son los de Quique Setién, quien dijo que Lio era muy complicado de manejar en el vestuario, y Antoine Griezmann, pese a que no salió nada de su propia boca, por los dichos de su representante y tío. A su vez, hubo otras situaciones conflictivas que involucraron al argentino y a miembros del conjunto culé.
Primero, a partir de 2012 salieron a la luz tensiones con David Villa, Cristian Tello y Alexis Sánchez, con los cuales Messi chocó en reiteradas ocasiones y, en el caso del Guaje, en el medio de un partido, al recriminarle a la vista de todos que no le había pasado la pelota cuando debía. Todos terminarían dejando Catalunya a la postre.
En tanto, Setién no fue el único entrenador con el que el delantero confrontó: en 2015, medios españoles reportaron que Luis Enrique le reprochó creerse el dueño del vestuario, a lo que el DT lo puso en el banco de suplentes en un encuentro posterior y, al día siguiente, la Pulga se ausentó a la práctica por "razones médicas".
Tercero y por último están sus líos con la dirigencia blaugrana, ya que en 2013 pidió una suba en su salario que al principio fue negada por el entonces vice del departamento económico del Barça, pero luego acatada tras unas declaraciones cruzadas, situación parecida a la de 2017 donde también hubo inconvenientes contractuales.
22/11/2024
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