Por Ramiro Diaz
Boca Juniors consiguió alcanzar uno de los pocos objetivos que le quedaban en el año, y con eso logró escapar un poco de la crisis futbolística que venía arrastrando en los últimos meses. En Rosario, el Xeneize selló su clasificación a las semifinales de la Copa Argentina tras vencer a Gimnasia y Esgrima de La Plata en un partido que no fue fácil. Ahora, se medirá en la próxima instancia ante Vélez Sarsfield, uno de los equipos más sólidos del fútbol argentino en este momento. El equipo de Gustavo Quinteros viene peleando en todos los frentes y ha dado mucho que hablar durante toda la temporada, así que el choque con Boca promete ser de alto voltaje.
Sin embargo, en el Xeneize tanto el cuerpo técnico como los jugadores sabían que no podían permitirse bajar la guardia. Con la Copa Argentina en el horizonte, también era fundamental enfocarse en el torneo local, ya que, aunque el panorama ha sido difícil, quedan varias fechas y todavía es posible clasificar a la próxima Copa Libertadores a través de la tabla anual. Era una situación en la que cada punto contaba, y el equipo tenía la necesidad urgente de empezar a sumar para asegurar su lugar en el próximo torneo continental.
La Bombonera, además, se preparaba para un regreso muy especial: después de años, Fernando Gago volvía al estadio, pero esta vez lo hacía como entrenador. Una multitud lo esperaba para su debut oficial como DT de local, y había muchas expectativas de ver cómo respondía el equipo bajo su dirección. El rival de turno era Deportivo Riestra, club que ha dado una buena pelea en su primer año en la primera división y que tenía ganas de lograr algo grande en su visita a Boca. Con Cristian "Ogro" Fabbiani a la cabeza, Riestra había tenido un año más que respetable, y el plantel viajaba a La Bombonera con la ilusión de sacar un buen resultado, o al menos llevarse algún punto. Sabían que Boca no estaba en su mejor momento, así que, aunque el desafío era enorme, tampoco lo veían imposible.
Así estaba la situación en Boca Juniors: por un lado, el alivio por el pase a semifinales en la Copa Argentina y la motivación de enfrentarse a Vélez, y por el otro, la necesidad de redimirse en el torneo local, con Gago buscando empezar con el pie derecho en casa y una Bombonera que ya lo esperaba con ansias.
Los de Gago siguen sin encontrar su mejor versión y quedó demostrado en los primeros minutos del encuentro. A los 15', Sánchez sorprendió a todos ya que el Malevo se puso en ventaja y hasta el momento se está llevando el triunfo de visitante. Al entrenador del Xeneize no le gustó para nada el gol del rival y se mostró muy molesto por lo sucedido.
30/10/2024
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