Por Ramiro Diaz
Más allá de estar prácticamente fuera de la lucha por el torneo local, el Club Atlético River Plate debía cortar la racha negativa y volver a sumar de a tres tras cuatro partidos sin victorias (tres en la Liga Profesional y uno en la Copa Libertadores). La derrota contundente frente a Atlético Mineiro dejó al plantel golpeado anímicamente, pero este viernes era necesario dar un paso al frente en su visita a Florencio Varela para enfrentar a Defensa y Justicia, en la fecha 18 del campeonato.
El triunfo era vital, no solo por la necesidad de recuperar confianza, sino también porque River tiene que enfocarse en la tabla anual para asegurar un lugar en la próxima Copa Libertadores. La presión por los malos resultados recientes incrementaba la urgencia de conseguir los tres puntos, más aún considerando que la revancha contra Mineiro se avecina rápidamente y el rendimiento del equipo está bajo la lupa.
En la primera mitad del encuentro, los dirigidos por Marcelo Gallardo mostraron un desempeño irregular pese a presentar un equipo alternativo. El rendimiento fue una extensión de lo que se vio en los últimos compromisos: un juego previsible y sin la chispa necesaria para dominar a su rival. La falta de contundencia y las imprecisiones generaron preocupación entre los hinchas, que esperaban una respuesta más firme ante un desafío crucial.
Muchos seguidores ahora se preguntan cómo River podrá dar vuelta la serie contra Atlético Mineiro el próximo martes, considerando que en el torneo doméstico tampoco logra encontrar el rumbo futbolístico. Gallardo, acostumbrado a los grandes desafíos, sabe que revertir esta situación será una tarea compleja, pero no imposible. Lo cierto es que la necesidad de una reacción es urgente, y tanto el plantel como el cuerpo técnico están obligados a encontrar soluciones rápidamente para evitar un cierre de semestre amargo.
En el complemento, el Millonario fue más de lo mismo y estuvo mucho tiempo con un jugador demás por la expulsión de Palavecino en el Halcón. Sin embargo, no la aprovechó, sigue sin convertir y las chances de cara al martes parecen cada vez menos. Fue empate 0-0 y los de Gallardo están pasando por una crisis futbolística importante dado que llevan cinco encuentros sin conocer la victoria y han anotado un solo tanto, el de Miguel Borja de penal frente a Vélez Sarsfield. Ahora, contra los brasileños deben meter cuatro en 90 minutos.
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