La polémica bandera que colgó la familia de Chiquito Romero en el palco de la Bombonera

Sergio "Chiquito" Romero difícilmente vuelva a ser apoyado por los hinchas de Boca Juniors. El arquero del Xeneize manchó su imagen tras confrontar a los fanáticos luego de la derrota ante River Plate en el Superclásico en La Bombonera. A los cuestionamientos que ya venía recibiendo por su mal rendimiento en el campo de juego, se sumó un escándalo antes de irse a los vestuarios, que no pasó a mayores gracias a que lo separaron. El arquero recibió una contravención luego de los incidentes con la gente.

Ya en frío, Romero pidió disculpas por lo sucedido: “Le pido disculpas al hincha de Boca por la situación del final. Cuando el muchacho me putea, con la sangre caliente, se me fue la cabeza. No pude pensar en el momento. Me puteó con ganas y me encontró”, comenzó. Luego agregó: “No quería que sucediera, pero ya está. Estuve mal con la reacción; tendría que haberlo dejado pasar e irme porque está en su derecho de expresarse”.

Por último, concluyó: “Me estaba yendo tranquilo, pero cuando me puteó, se me fue la cabeza y volví. No se puede incitar a la violencia ni generar tumulto”. Más allá del mensaje que dejó tras el partido, los hinchas del Xeneize creen que su ciclo está cumplido y que, después de lo sucedido, debería ser borrado del plantel, dándole la oportunidad al joven Leandro Brey, quien según ellos merece su chance en el arco de Boca porque ha respondido más que bien cada vez que tuvo su oportunidad y ante el flojo nivel de Romero podría llegar a rendir.

Chiquito venía de fallar frente a Racing Club el fin de semana pasado, y las críticas no tardaron en llegar. Por ello, su familia lo defendió tras todo lo que se dijo sobre él en el último tiempo. En uno de los palcos de La Bombonera, donde se encontraba su mujer, Eliana Guercio, y el resto de sus familiares, colgaron una bandera del exarquero del seleccionado argentino, haciendo silencio para protegerlo de las duras críticas que venía recibiendo por parte del hincha xeneize. Sin embargo, después de lo sucedido post partido, la relación entre el portero y los fanáticos parece no tener retorno.

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