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El comienzo de la leyenda: A 27 años del primer gol de Martín Palermo con la camiseta de Boca

El Loco empezaba su camino triunfal en 1997, sin siquiera presumir todo lo que vendría después.

Por Sebastián Buenaventura

Palermo y una huella imborrable en Boca (Foto Baires).

Una vida de película es la que tuvo Martín Palermo en su etapa como futbolista. La misma comenzó a principios de la década del '90, en donde Estudiantes de La Plata lo acogió siendo un desconocido joven. Si bien se desempeñaba como volante por izquierda, su gran altura y buen cabezazo hicieron que el profe Córdoba lo probara de centrodelantero, sitio del cual nunca más se movió. Su buen nivel en el Pincha llamó la atención de Boca Juniors, quien no dudó en comprar su pase.

Pretendido también por River Plate, un llamado de Diego Armando Maradona terminó de convencer al Titán de calzarse la camiseta azul y oro. Le costó poder anotar en dicho club, y en esos 6 partidos con el arco en cero comenzaron los comentarios por parte de los hinchas. "No sabe jugar, es lento, es tosco...". Pero se equivocaban: Ante sus ojos tenían a quien luego les daría un sin fin de alegrías durante sus dos ciclos como jugador Xeneize, con un paso breve por Europa de por medio.

La mala racha se rompería en un día como hoy 30 de septiembre, pero de 1997. Fue nada menos que en La Bombonera y en un clásico ante Independiente de Avellaneda, en donde anotó para el 2 a 1 final. Fue un tanto digno de "goles de Palermo", en donde estuvo muy bien ubicado olfateando sangre. En el arco del Rojo estaba el recordado Faryd Mondragón, que nada pudo hacer ante el remate del platinado con camiseta blanca, azul y amarilla.

Luego el Loco hizo de las suyas por muchísimos años, en donde perteneció al recordado plantel de Carlos Bianchi entre 1998 y 2000, ganando dos torneos locales consecutivos, la Copa Libertadores de América 00' (con el famoso 'muletazo' a River en cuartos de final) y Copa Intercontinental, siendo esta acaso la más emblemática de su carrera. Ese doblete al Real Madrid con tan solo 4 minutos de distancia aún sigue en las páginas doradas de Boca.

Su salida al Viejo Continente fue por solo 3 años, retornando en 2004 casi sin saber todo lo que vendría después. Una segunda Copa Libertadores con el club en 2007, varios títulos internacionales más como 2 Copa Sudamericana y el honor de transformarse en el mayor anotador en la historia del club, con 236 tantos. Sin dudas y más en los tiempos que corren, algo que probablemente nunca se repetirá.

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