A lo largo de los años, River Plate tuvo a una enorme cantidad de futbolistas dentro de sus planteles, aunque no todos corrieron con la misma suerte. Mientras que algunos triunfaron siendo campeones, dejando un legado y hasta transformándose en ídolos, otros tantos debieron refundar su carrera y buscar nuevas opciones. Esto no quiere decir que hayan pasado desapercibidos en sus respectivas carreras, ya que supieron reinvertirse.
Este fue el caso de Leonardo Talamonti, quien debutó como futbolista profesional en Rosario Central a comienzos de siglo. Fue de la mano de Edgardo Bauza, quien lo fue formando en sus primeros años en primera. gracias a sus buenas actuaciones allí, el ex defensor tuvo la chance de salir cedido a la Lazio de la Serie A, que venía de ganar la Copa de Italia y estaba conformada por grandes estrellas.
En ese equipo del Calcio ganó bastante experiencia y según sus propias palabras en una entrevista para el diario La Nación, Talamonti terminó de adoptar otras virtudes para crecer como profesional. Al caducar su préstamo (el cual era sin opción de compra), dejó el conjunto romano y regresó a Argentina, pero en ese caso lo hizo al Millonario quien se encontraba buscando dar el golpe.
En Núñez compartió plantel con jugadores de la talla de Marcelo Gallardo, Radamel Falcao, Gonzalo Higuaín, Ernesto Farías y Luciano Figueroa, entre otros. De todas formas, tuvo actuaciones más discretas que sobresalientes y al año de haberse puesto la banda roja regresó a tierras italianas, pero para jugar en la Serie B defendiendo los colores del Atalanta, en donde sería un todo un referente en aquellos años lejanos a las competiciones europeas.
Poco más de un lustro en el elenco de Bérgamo fueron suficientes para que los hinchas de este equipo lo consideren un gran referente de la institución. Incluso, logró el tan ansiado retorno al fútbol grande con él siendo el capitán del equipo, hasta que en 2010 regresó a su tierra natal para reeditar lo realizado allí con el Canalla de sus amores, quien había descendido sorpresivamente. Lesiones le impidieron jugar mucho, pero una vez más ascendió a la elite.
Colgó los botines en el año 2018 en Platense, poco antes de que regrese a primera. Luego Talamonti se instaló en la pequeña ciudad de Álvarez, en la provincia de Santa Fe y que cuenta con ocho mil habitantes. En un giro inesperado, invirtió gran parte de lo que recaudó como futbolista y se puso una gran ferretería en ese lugar, la cual él mismo atiende según reveló para el mismo medio citado.
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