Así reaccionó La Bombonera tras reencontrarse con Chiquito Romero

Después de la dura derrota por 3-0 frente a Tigre, el Club Atlético Boca Juniors vuelve a enfrentarse a un nuevo desafío en el torneo local. Esta vez, La Bombonera recibe nuevamente a Fernando Gago, pero en un rol muy diferente al que todos los hinchas estaban acostumbrados: ya no está en el campo de juego, sino en el banco, como director técnico. "Pintita" está al mando de su tercer partido con el equipo, en un arranque que fue turbulento. Su debut no salió como esperaba ante el Matador el sábado pasado, aunque el miércoles logró un alivio clasificando en la Copa Argentina, en un partido donde Leandro Brey se destacó en los penales, luego de empatar 1-1 con Gimnasia de La Plata en el tiempo regular.

Boca necesita con urgencia sumar de a tres en el torneo local, donde los resultados no venían acompañando y los puntos se hacen necesarios si el Xeneize quiere achicar distancia en la tabla anual. Además, no logran consolidarse en zona de clasificación a la próxima Copa Libertadores, una meta que todavía se ve complicada.

Enfrente tienen a Deportivo Riestra, un equipo que ha tenido una temporada sólida, especialmente en su estadio. Aunque no sea el favorito, Riestra tiene el potencial para complicar a Boca, que aún está en proceso de ajustar su juego y convertirse en el equipo competitivo que Gago pretende. La misión de "Pintita" es clara: llevar a Boca nuevamente a lo más alto del fútbol argentino y sudamericano, pero sabe que aún hay mucho por trabajar en este camino de reconstrucción.

Quien volvía a reencontrarse con la gente era nada más ni nada menos que Sergio "Chiquito" Romero tras el episodio que tuvo post derrota en el Superclásico frente a River Plate. El arquero que volvió a ser suplente por decisión de Gago ya que ve mucho mejor a Brey, no fue ni silbado ni tampoco aplaudido, sino que hubo indiferencia total por parte de la hinchada que dejó en claro que no les importa mucho y que ahora están contentos con el arquero titular que viene de brillar en el último encuentro.