Por Andres Fuentes
No caben dudas: Lucas Beltrán es por lejos el jugador más gravitante del River de Martín Demichelis. No es algo subjetivo o cuestión de gustos, sino que hasta los números lo respaldan: Tras su gol ante Colón de Santa Fe, que sirvió para ampliar el marcador (2-0), llegó a 15 gritos en lo que va de la temporada, sumado a las cuatro asistencias que registra entre todas las competencias.
Todo esto también es mérito del entrenador, quien le dio toda su confianza casi desde el inicio de su mandato, teniendo por delante a dos pesos pesados como Miguel Ángel Borja y Salomón Rondón. Ambos delanteros extranjeros, tenían mucha experiencia a nivel internacional y parecía que la pelea por el puesto de titular sería entre ellos, pero ahora apenas tienen minutos de juego gracias al cordobés.
Más allá de lo realizado durante toda la temporada, el Vikingo se enfrentó ante su ex club, ya que durante 2022 estuvo a préstamo en el Sabalero al no tener lugar con Marcelo Gallardo. Fue por eso que tras convertir, apenas sonrió y levantó su mano derecha pidiendo perdón. Pero instantes después, un hecho lamentable sucedía en el estadio Más Monumental que parece no tener remedio.
Como decíamos, antes de que Beltrán estire diferencias estaba por entrar en la visita Wanchope Ábila, con reciente pasado en Boca Juniors. Un grupo de hinchas de River al verlo levantarse comenzó a silbarlo, algo normal. Pero luego le empezaron a tirar botellas, piedras y hasta el árbitro tuvo que sacar del césped una tijera, que podría haber provocado algo peor. Por suerte para todos, Enzo Pérez izo de mediador y calmó las aguas.
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