Fútbol Internacional

Ni Simeone se atrevió a tanto, el golpe bajo que dio Scaloni a Julián Álvarez

El entrenador no tomó la mejor decisión con el delantero.

Por Ramiro Diaz

Selección Argentina

Julián Álvarez es una de las grandes figuras de la Selección Argentina y lo hace muy bien cada vez que lo hace de centrodelantero. Sin embargo, cuándo está Lautaro Martínez, juega más retrasado por decisión de Lionel Scaloni. Frente a Paraguay lo hizo jugar por la banda, algo que ya le pasó en Manchester City y Atlético Madrid, algo que no funciona a la perfección.

¿Por qué Julián Álvarez no debería jugar por la banda? Un análisis en profundidad

Julián Álvarez, el joven talento argentino, ha demostrado una versatilidad envidiable, capaz de desempeñarse en distintas posiciones del ataque. Sin embargo, a pesar de su habilidad, existen argumentos sólidos que sugieren que su posición natural y donde mejor aprovecha sus cualidades es como delantero centro.

1. Instinto goleador innato: La principal fortaleza de Álvarez reside en su olfato goleador. Su capacidad para anticiparse a las jugadas, su precisión en la definición y su habilidad para encontrar espacios dentro del área lo convierten en un auténtico killer. Al ubicarlo en una banda, se desaprovecha en gran medida este instinto natural, relegándolo a una posición donde sus oportunidades de gol se reducen considerablemente.

2. Juego aéreo: Álvarez posee una excelente capacidad de juego aéreo, tanto en ataque como en defensa. Como delantero centro, puede aprovechar esta habilidad para ganar duelos aéreos, generar peligro en las jugadas a balón parado y conectar con centros desde las bandas. Al jugar por fuera, estas fortalezas quedan subutilizadas.

3. Movilidad y desmarque: A pesar de ser un delantero de área, Álvarez posee una gran movilidad y capacidad para desmarcarse. Estas cualidades le permiten generar espacios para sus compañeros y recibir balones en profundidad. Sin embargo, cuando se le ubica en una banda, su movilidad se ve limitada por los espacios más reducidos y las tareas defensivas que debe asumir.

4. Equilibrio ofensivo: Un delantero centro como Álvarez aporta un equilibrio ofensivo al equipo. Su presencia en el área fija a los defensores rivales, creando espacios para que los mediocampistas y extremos puedan moverse con libertad. Además, su capacidad para retener el balón y asociarse con sus compañeros es fundamental para construir jugadas de ataque.

5. Adaptación táctica: Si bien Álvarez puede adaptarse a jugar por las bandas, su rendimiento suele ser más irregular en estas posiciones. Los entrenadores deben tener en cuenta que cada jugador tiene sus fortalezas y debilidades, y que ubicarlo en una posición que no se ajusta a sus características naturales puede limitar su potencial.

En conclusión, si bien Julián Álvarez es un jugador talentoso y versátil, su posición ideal es la de delantero centro. Al ubicarlo en esta posición, se maximizan sus fortalezas y se aprovecha al máximo su capacidad goleadora, su juego aéreo, su movilidad y su capacidad para generar peligro en el área rival.

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