Por Pedro Ramirez
La Selección Argentina hizo historia en Río de Janeiro. El combinado nacional venció por 1-0 a Brasil con un cabezazo de Nicolás Otamendi y se convirtió en la primera selección de la historia en ganarle a la Verdeamarela en condición de visitante por Eliminatorias Sudamericanas. De esta manera, la Albiceleste se aseguró el primer puesto de la tabla hasta septiembre de 2024, cuando se reanudará el certamen.
Ahora bien, a pesar de la euforia por el triunfo, la victoria tuvo un sabor agridulce por la lesión de Lionel Messi. El capitán sufrió una molestia en su aductor derecho en el primer tiempo, recibió masajes en la zona antes y durante el descanso, pero terminó dejándole su lugar, y la cinta de capitán, a Ángel Di María en el complemento, cuando el partido ya estaba en ventaja para los campeones del mundo.
Ahora bien, al momento de su salida, todas las miradas estuvieron puestas en el accionar de Messi. ¿Qué hizo? Lejos de dar buenas señales, se fue a sentar con cabeza baja y cara seria. Sin embargo, una vez que finalizó el encuentro, al ‘10’ se lo pudo ver sonriente festejando con sus compañeros, pero sin mucha movilidad, motivo por el cual el estado de la lesión es una completa incertidumbre.
Inter Miami también está atento a la situación, aunque lo cierto es que, aunque se confirme el peor panorama, no habrá mucho de qué preocuparse, tomando en cuenta que este fue su último partido antes de sus vacaciones. Y es que recién regresará en los primeros días de enero para la pretemporada con las Garzas.
“Desde el principio sentí una molestia en el aductor. No me ayudó enfriarme. Pero es mi último partido del año y me voy a preparar con todo para el próximo”, manifestó al respecto Lionel a ras de campo para la prensa.
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