Fútbol Internacional

Superación, lo que hizo Messi por su vida que cambió por completo la de un fan

La historia tiene una emotividad impresionante y llega al corazón de todos.

Por Pedro Ramirez

El fan de Messi

Sabemos lo que significa Lionel Messi para el mundo del fútbol, y para el resto de las personas en general que quizás no son fanáticas de este deporte pero que aún así, siguen por cuestiones de personalidad y humildad, que lo han caracterizado de toda su vida, desde el momento en el que debutó como ese juvenil del Barcelona, hasta hoy ser el emblema del Inter de Miami y capitán de la selección Argentina campeona del mundo en Qatar 2022.

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El rosarino siempre mantuvo esa personalidad, y su historia se conoce desde hace muchísimo tiempo, cuando tuvo que irse de Argentina, y alejarse de toda su familia, a excepción de su padre, quien se quedó con él en Barcelona acompañándolo, porque la institución catalana era la única que podía costear el tratamiento de hormonas que necesitaba Lionel Messi para poder crecer y dedicarse al fútbol. Apostá en Betsson a los partidos de las mejores ligas internacionales y duplica tu saldo hasta 50.000 pesos en tu primer depósito.

En un nuevo episodio que nos regala la vida, hay que contar la anécdota de vida de Levi Sandoval, el joven salvadoreño con problemas de crecimiento, similar al del argentino y que además tenía el sueño de poder conocerlo en persona. Por más trillado que suene, los sueños están para cumplirse, o al menos para perseguirse, y esto sucedió con el pequeño de El Salvador.

El destino le sonrió al joven Leví que pudo cumplir su sueño de conocer a su máximo ídolo, una persona que lo tuvo como referente, no solo por lo que significa como futbolista, sino también por el sentirse identificado con la afección por hormonas que los afectó a los dos.

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¿Qué dijo el joven salvadoreño?

Leví Sandoval no pudo contener su alegría al estar cumpliendo su sueño: “Yo no creía que estaba pisando el césped del estadio Cuscatlan, pensaba que era un sueño. Sinceramente me dieron ganas de llorar, y yo dije ‘gracias Señor. Mi corazón estaba a mil, al trillón. Estaba emocionado pero un poquito nervioso

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