Por Martin Fernandez
El ciclo de Fernando Gago en Boca sigue generando dudas, pero en paralelo la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme ya está tomando decisiones de cara al futuro del plantel. En ese contexto, tres jugadores con peso en el vestuario parecen tener los días contados en el club: Marcos Rojo, Sergio Romero y Frank Fabra.
Los tres futbolistas tienen contrato hasta finales de 2025, pero todo indica que Boca no buscará renovarlos y que podrían salir incluso antes si llega una oferta que convenza a ambas partes. La decisión responde tanto a cuestiones futbolísticas como a la necesidad de renovar un plantel que ha sido cuestionado por su irregularidad en los últimos meses.
El caso de Marcos Rojo es uno de los más delicados. El defensor es el capitán del equipo, pero su continuidad se ha visto afectada por las constantes lesiones que lo han dejado afuera en momentos clave. A pesar de que ha vuelto a la titularidad con Gago, su nivel no ha sido el mismo desde su recuperación y en Boca no están convencidos de seguir apostando por él a largo plazo.
Rojo llegó a Boca con la expectativa de convertirse en el líder de la defensa, y si bien ha tenido actuaciones destacadas, su presencia en el equipo ha sido intermitente. Además, su alto salario es un factor que la dirigencia analiza, ya que el club busca optimizar su presupuesto para futuras incorporaciones.
Si bien su contrato finaliza en 2025, no se descarta que pueda salir antes si aparece una oferta tentadora, ya sea de la MLS, Brasil o algún equipo de Argentina.
Otro de los jugadores que podría dejar Boca antes de lo previsto es Sergio "Chiquito" Romero. El arquero fue clave en la Copa Libertadores 2023, donde se destacó con sus atajadas en las series de penales, pero actualmente se encuentra en plena recuperación de una lesión que lo ha alejado del equipo.
Su nivel había sido irregular en los últimos meses, y con Leandro Brey ganando terreno como posible arquero titular en el futuro, Boca empieza a pensar en un recambio bajo los tres palos. A sus 37 años, Romero aún no ha definido qué hará cuando termine su contrato, pero su continuidad en el Xeneize parece cada vez más difícil.
Si Boca consigue otro arquero de jerarquía o si Brey termina consolidándose, la salida de Romero podría darse más temprano de lo esperado.
El caso de Frank Fabra es diferente a los de Rojo y Romero. Si bien su talento nunca estuvo en discusión, el lateral colombiano ha sido un jugador muy irregular y su relación con la hinchada parece estar rota.
Fabra alterna actuaciones brillantes con errores groseros, y en varios partidos ha sido blanco de las críticas por su actitud dentro del campo. Su ciclo en Boca lleva casi ocho años, y aunque ha sido uno de los jugadores más importantes en el último tiempo, su futuro parece estar lejos del club.
El colombiano ya ha manifestado en varias ocasiones que le gustaría probar una nueva experiencia, y Boca no pondría trabas para una posible salida si llega una oferta interesante desde el exterior. Equipos de Brasil, México o la MLS podrían ser destinos viables para él.
Con la posible salida de Rojo, Romero y Fabra, Boca empieza a diagramar una reestructuración del equipo, con el objetivo de renovar el vestuario y apostar por nuevas caras. La dirigencia ya está evaluando refuerzos y podría acelerar las negociaciones si logra concretar alguna de estas salidas en los próximos meses.
La situación de Gago como DT también influirá en este proceso, ya que si Boca decide cambiar de entrenador, el nuevo técnico podría tener un rol clave en la elección de los refuerzos y las bajas.
Mientras tanto, los jugadores involucrados en esta limpieza deberán definir su futuro, ya que Boca no parece tenerlos en sus planes para el largo plazo. ¿Se irán en el próximo mercado de pases o esperarán hasta el final de su contrato? Esa es la gran incógnita.
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