Por Martin Fernandez
La salida de Kevin Duarte no es la única en el cuadro azul y oro. Yael Ramallo, otro juvenil de la cantera de Boca, también se fue en libertad de acción y acordó su llegada a un club del fútbol español. Esta tendencia de jugadores que abandonan el club sin dejar dinero en caja ha generado preocupación entre los hinchas y el entorno xeneize.
El jugador de 20 años acordó a mediados de febrero su arribo al Patacona FC, club que se desempeña en la Tercera Federación de España (quinta categoría en el sistema de ligas españolas). Lo más curioso es que esta institución tiene un acuerdo con el Levante UD, ya que funciona como su filial y sirve de puente para que futbolistas jóvenes puedan ganarse un lugar en el equipo principal.
Esta relación entre Patacona y Levante le ofrece a Ramallo la posibilidad de mostrarse en el fútbol europeo y, de destacarse, podría dar el salto a una categoría superior dentro de España. Además, este tipo de movimientos se ha vuelto habitual entre los juveniles sudamericanos que buscan crecer en el Viejo Continente.
Yael Ramallo se desempeña como mediocampista ofensivo y fue parte del semillero xeneize en inferiores y en la Reserva. Si bien mostró condiciones, nunca logró consolidarse en la Primera División ni ser considerado seriamente por los entrenadores del plantel profesional.
El futbolista formó parte del equipo de Hugo Ibarra en la Reserva, donde tuvo buenas actuaciones, pero no llegó a sumar minutos en la Liga Profesional con la camiseta azul y oro. Su salida de Boca se dio de manera silenciosa, sin grandes anuncios, y se suma a la de otros jugadores que han optado por buscar oportunidades fuera del club.
En los últimos años, Boca ha visto cómo varios futbolistas de sus divisiones inferiores han abandonado la institución en libertad de acción o por sumas menores a las esperadas. Casos como el de Kevin Duarte, Valentín Barco, Ezequiel Fernández (quien podría marcharse pronto) y ahora Ramallo, han puesto en el centro de la discusión la gestión del club en materia de juveniles.
El hecho de que los jugadores prefieran continuar su carrera en equipos de menor jerarquía en Europa antes que esperar su chance en Boca genera inquietud. Muchos hinchas se preguntan si la falta de oportunidades en el primer equipo o la poca confianza en la política deportiva del club están influyendo en estas decisiones.
Uno de los casos más emblemáticos de esta situación es el de Valentín Barco, quien también dejó Boca recientemente tras ejecutar su cláusula de salida para sumarse al Brighton de la Premier League. A diferencia de Ramallo, Barco sí tuvo un papel destacado en el primer equipo y era considerado una de las mayores promesas del fútbol argentino. Sin embargo, el club no logró retenerlo y terminó perdiendo a uno de sus jugadores más valiosos.
En ese contexto, la partida de Ramallo es otro golpe para la estructura de formación de Boca. Aunque su salida no genera el mismo impacto mediático que la de Barco, es una muestra más de que los juveniles buscan nuevas oportunidades fuera del club.
Ahora, el mediocampista tendrá la misión de adaptarse al fútbol español y demostrar su talento en el Patacona FC. Si logra destacarse, podría abrirse paso en el Levante y, eventualmente, en equipos de mayor categoría. La Tercera Federación es un torneo competitivo, pero también es un lugar donde los jóvenes pueden crecer y desarrollarse con más continuidad que en clubes grandes como Boca, donde la presión por el resultado es constante. El tiempo dirá si Ramallo fue otro juvenil que dejó Boca demasiado pronto o si tomó la decisión correcta para su carrera.
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