La sorprendente razón detrás del rechazo de Guillermo Barros Schelotto a Boca

El ciclo de Diego Martínez al frente de Boca Juniors comenzó con mucha expectativa, pero conforme avanzaban los partidos, el equipo no logró consolidar un buen rendimiento y las críticas comenzaron a hacerse más presentes. Fue entonces cuando el nombre de Guillermo Barros Schelotto comenzó a sonar de nuevo en La Bombonera, recordando los años de éxitos que el Mellizo había vivido como entrenador. Incluso se le vinculó como una de las primeras opciones para tomar el cargo, junto a Fernando Gago, quien finalmente fue elegido para asumir como técnico a fines de 2024.

Según los informes de TyC Sports, durante esos días de especulación, el Mellizo dejó claro que, de aceptar un regreso a Boca, impondría algunas condiciones para sentarse a negociar con la dirigencia. La más destacada fue su deseo de tener un trato directo con Juan Román Riquelme, el vicepresidente del club y principal figura dentro del Consejo de Fútbol. Barros Schelotto expresó su necesidad de mantener un diálogo abierto y directo con el máximo referente del club, sin la intermediación de terceros, para llevar a cabo la planificación del equipo.

Guillermo había dejado su puesto como entrenador de la Selección de Paraguay debido a los malos resultados obtenidos, lo que le permitió quedar disponible para nuevos desafíos. Su salida del conjunto guaraní abrió la posibilidad de su regreso a Boca, pero las condiciones que puso para un posible acuerdo con el club fueron claras y firmes. Para el Mellizo, la comunicación directa con Riquelme resultaba fundamental para llevar adelante un proyecto serio y alineado con las expectativas del club.

La posibilidad de ver nuevamente a Barros Schelotto al mando de Boca Juniors generó mucha repercusión en los medios y entre los hinchas, quienes recordaban los éxitos que el técnico había logrado durante su primer ciclo, con títulos nacionales e internacionales que dejaron huella en la historia del club. Sin embargo, la elección de Fernando Gago como nuevo entrenador desató una serie de expectativas en torno a cómo se desarrollaría su gestión en el Xeneize y si, eventualmente, Guillermo podría tener otra oportunidad en el futuro.