Por Martin Fernandez
El destino futbolístico de Joaquín Panichelli ha sido todo menos convencional. El exdelantero de River Plate, que dejó el club en libertad de acción tras su paso por la Reserva, hoy es una de las grandes revelaciones de la Segunda División de España. Su historia es la de una lucha constante contra la adversidad, marcada por graves lesiones y un renacer deportivo que ilusiona a un pequeño pueblo del norte español.
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Luego de dejar River, Panichelli aterrizó en el Deportivo Alavés con la esperanza de hacerse un nombre en el fútbol europeo. Su debut llegó el 3 de febrero de 2024 en una derrota frente al Barcelona, pero el camino no sería nada fácil. Durante sus primeros meses en el filial del conjunto vitoriano, el delantero sufrió diversos problemas en la rodilla que pusieron freno a su crecimiento. Primero fue un esguince en el ligamento lateral interno, que lo dejó fuera de las canchas durante dos meses. Cuando finalmente regresó al césped, una temida rotura de ligamentos cruzados lo obligó a permanecer en rehabilitación por siete meses, una etapa que puso a prueba su fortaleza mental y física.
Con la necesidad de recuperar ritmo y minutos de juego, Panichelli tomó la decisión de bajar un escalón en el fútbol español y aceptó una cesión al modesto Club Deportivo Mirandés hasta julio de 2024. Lo que en principio parecía un retroceso se convirtió en el punto de inflexión de su carrera. En Miranda del Ebro, una pequeña localidad de apenas 36.000 habitantes, Panichelli encontró su lugar en el mundo. Bajo la dirección técnica del italiano Alessio Lisci, el delantero argentino se transformó en una pieza clave del equipo y en un verdadero goleador.
En lo que va de la temporada, el artillero ha marcado la impresionante cifra de 15 goles en 28 partidos, convirtiéndose en el segundo máximo goleador de toda la categoría. Solamente el colombiano Luis Suárez, delantero del Almería, lo supera en la tabla de artilleros. Su juego aéreo se ha convertido en su principal arma: con 1,90 metros de altura, el 43% de los goles del Mirandés llegan gracias a sus cabezazos implacables. Cada centro al área es una amenaza latente para las defensas rivales.
El impacto de Panichelli ha sido tan grande que el Mirandés, un equipo que a inicios de la temporada se perfilaba para pelear la permanencia, hoy sueña con el ascenso a LaLiga. Actualmente marchan en la tercera posición con 55 puntos en 31 jornadas, a tan solo una unidad de los puestos de ascenso directo. El aporte goleador del argentino ha sido clave para mantener vivo el sueño de la primera división, y en Miranda del Ebro ya lo consideran un héroe local.
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En River Plate, Panichelli era visto como una de las grandes promesas de las divisiones juveniles. En la Reserva del "Millonario" se dio el gusto de marcar 17 goles en 58 partidos, mostrando destellos de un potencial que hoy se materializa en suelo español. Sin embargo, su salida no fue la más resonante y pasó casi desapercibida para muchos. Lo que nadie imaginaba es que, tras superar dos lesiones gravísimas y adaptarse a un nuevo país, el argentino se convertiría en una de las grandes revelaciones del ascenso español.
Con apenas 22 años, el ex River vive un presente soñado y sueña en grande. Su racha goleadora ha despertado el interés de varios clubes de primera división, y muchos creen que su salto a la elite del fútbol español es cuestión de tiempo. Mientras tanto, Panichelli sigue haciendo lo que mejor sabe: marcar goles y alimentar la esperanza de un pueblo que sueña con volver a la Primera División de la mano de un "tanque" argentino.
La historia de Joaquín Panichelli es la prueba de que, incluso cuando el camino se llena de espinas, la determinación y el amor por el fútbol pueden abrir puertas inesperadas. En el norte de España, el "tanque" no para de rugir.
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