Por Ramiro Diaz
En las últimas horas, surgieron fuertes críticas hacia Fernando Gago, actual entrenador de Boca Juniors, por su manera de interactuar con los futbolistas del plantel. Según Martín Arevalo, Gago no deja de hablar sobre su carrera, particularmente sobre su paso por el Real Madrid, lo cual está generando incomodidad entre los jugadores.
El exfutbolista, que ha tenido una exitosa carrera tanto en el fútbol argentino como en Europa, parece no poder dejar atrás su etapa de gloria en el Real Madrid. Según informan fuentes dentro del club, en los entrenamientos, Gago se dedica en gran medida a relatar anécdotas de su paso por uno de los clubes más grandes del mundo. Sin embargo, esta actitud no ha sido bien recibida por los jugadores, quienes sienten que su técnico habla "desde arriba" y no se muestra receptivo a las opiniones o sugerencias del plantel.
Los futbolistas consideran que, en lugar de centrarse en las necesidades del equipo y en las tácticas para mejorar el rendimiento colectivo, Gago parece más enfocado en hacer recordar constantemente su pasado en Europa, lo que genera una desconexión con los jugadores más jóvenes y aquellos que no comparten su misma experiencia internacional.
Además de sus comentarios sobre su carrera, otro de los puntos que preocupa en Boca Juniors es la actitud del entrenador en cuanto a la comunicación con el plantel. Según algunas voces internas, Gago tiene una forma de liderar que no está siendo eficaz para todos. Los futbolistas aseguran que rara vez se siente escuchado, lo que crea un ambiente de tensión y falta de entendimiento en el grupo.
Un líder en el fútbol debe ser accesible y tener la capacidad de conectar con todos los jugadores, independientemente de su jerarquía o trayectoria. Sin embargo, la actitud de Gago parece estar generando una brecha entre él y algunos miembros del plantel, quienes sienten que su voz no tiene el mismo peso dentro del vestuario.
Las críticas sobre su estilo de liderazgo podrían poner en duda su continuidad en el cargo. En un club tan grande como Boca, donde los egos y las expectativas están siempre a flor de piel, el técnico deberá adaptarse y encontrar una manera de ganarse el respeto de todos los jugadores, no solo de aquellos que lo ven como una figura de referencia.
El próximo tiempo dirá si Gago logra resolver esta situación interna o si, por el contrario, sus diferencias con los futbolistas terminan pasando factura.
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