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Durísimo: un ex jugador de Boca rompió en llanto en televisión por su adicción al alcohol

Llegó al Xeneize desde muy chico y en poco tiempo se consolido

Por Martin Fernandez

El ex jugador de Boca que rompió en llanto en Tv (PBJ)

El ex jugador de Boca Juniors, Fredy Guarín, conmovió al mundo del fútbol tras romper en llanto durante una entrevista televisiva donde habló abiertamente sobre su lucha contra la adicción al alcohol. Con 38 años y tras nueve meses de recuperación, Guarín se sinceró sobre los momentos más oscuros de su vida, donde llegó a perderlo casi todo: familia, amigos, dinero y su carrera.

“Trabajo un día a la vez para no volver”

En diálogo con el programa Los Informantes, de Colombia, Guarín compartió su proceso de recuperación y reflexionó sobre los años marcados por el abuso del alcohol. “Trabajo un día a la vez para no volver”, expresó visiblemente emocionado, destacando el compromiso absoluto que requiere cuidar su salud mental.

El ex mediocampista relató cómo el alcohol comenzó a controlar su vida mientras jugaba en Europa. “Perdí el objetivo del fútbol, sentía que no había límites, ya estaba metido en lo más profundo del alcohol”, confesó. Aunque la situación parecía crítica en aquel entonces, su adicción se agravó aún más cuando se trasladó a China en 2015 para jugar en el Shanghái Shenhua.

“Allá me pagaban en euros. Me levantaba, iba a entrenar y apenas volvía, empezaba a tomar. Me compré un avión privado, era muy soberbio y ni recuerdo cuánta plata pasó por mis manos”, recordó. Guarín reveló que llegó a llevar hasta 16 personas en su avión privado y gastaba dinero sin control. “No tenía noción de la plata, ganaba mucho, lo mandaba todo para Europa y yo tenía una vida de lujo solo con los premios. Noche, rumba, yates, aviones, regalé plata…”, agregó.

El alcoholismo descontrolado y la caída personal

Guarín explicó que inicialmente creía tener el control de su adicción. “Tomaba dos días antes de los partidos y llegaba el día, hacía goles, ganaba títulos… hasta que llegué a pasar 10 días borracho. Me he tomado 50/60 cervezas en una sola noche”, admitió con crudeza.

Su vida personal también sufrió profundamente. Su primera esposa, madre de su hijo mayor, lo dejó debido a su adicción. Más tarde, su segunda pareja también se alejó, especialmente durante la pandemia, cuando Guarín tocó fondo. En ese período, estaba fichado por el Vasco da Gama pero dejó de asistir a los entrenamientos. “Había perdido a mi familia, me abandoné por completo y comencé a relacionarme con el delito, manejando armas y perdiendo el sentido de lo que estaba bien y mal”, confesó.

Uno de los episodios más dramáticos que relató fue cuando, en un estado de total inconsciencia, intentó lanzarse desde el balcón de su apartamento en el piso 17. “Me quedaba dormido del cansancio, me despertaba con la cerveza al lado y seguía tomando. Vivía en un piso 17 e inconsciente llegué a saltar por el balcón, pero una red de contención evitó que yo muriese”, relató entre lágrimas.

“Era la muerte o la cárcel”

Guarín reconoció que llegó a un punto límite donde solo veía dos salidas posibles: la muerte o la cárcel. “Sabía que en cualquier borrachera iba a morir. No pensaba en mis hijos, en mis padres, en nada”, dijo. Fue entonces cuando regresó a Colombia y protagonizó un triste episodio que se viralizó en redes sociales, donde se lo vio en estado de ebriedad durante un altercado familiar.

Aquel momento, aunque devastador, se convirtió en el punto de inflexión que lo llevó a buscar ayuda.

La persona que lo salvó

En medio de su soledad y desesperación, Guarín encontró una luz en una figura inesperada: Liliana Rodríguez, una ex profesora de colegio que había dejado la enseñanza para dedicarse a la recuperación de adictos. Guarín recordó cómo fue a buscarla en abril de 2024, cuando estaba completamente perdido.

“Ella siempre me daba un abrazo cuando me veía. Cuando fui a buscarla, me abrazó de nuevo y me interné ese mismo día”, relató emocionado. Desde entonces, Guarín lleva nueve meses en recuperación, luchando día a día contra su adicción.

Un mensaje de esperanza

Hoy, Guarín utiliza su historia como un mensaje de advertencia y esperanza para quienes atraviesan situaciones similares. “Sé que muchos pasan por esto en silencio. Es posible salir, pero hay que aceptar que uno necesita ayuda”, concluyó.

Su testimonio no solo reveló los estragos que puede causar una adicción, sino también la importancia del apoyo, la aceptación y el trabajo constante para superar los momentos más oscuros. El fútbol lo vio brillar en su mejor momento, pero ahora Guarín enfrenta el partido más importante de su vida: su propia recuperación.

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